domingo, 29 de noviembre de 2009

Hasta pronto Asia

Aprovechamos unos días en Pokhara, tras nuestra aventura por el Himalaya, para relajarnos y equilibrar nuestros cuerpos y mentes con un curso intensivo de yoga. Meditaciones y clases de yoga por la mañana, desayunos riquísimos y comidas ayurbédicas, culminadas con baños de barro y de vapor.



Entre medio una limpieza de las fosas nasales para los pranayamas (ejercicios de respiraciones).


Por la tarde de nuevo yoga y cantos de mantras. Esta última parte nos fascinó y es que durante toda nuestra estancia en Nepal desde Boudha, Katmandú, e incluso en el propio trekking había un canto que no parábamos de escuchar. Resultó ser el mantra tibetano llamado “Om Mani Padme Hum” que cantábamos todos los días (hemos llegado a escucharlo de melodía de móvil a un hinduista al salir de un templo, por tanto, pese a ser tibetano y budista, es un canto para todas las religiones en Nepal). Es alucinante como las vibraciones de los cantos te trasportan, te elevan, hacia un estado de pleno relax.

Desde Shadana Yoga. Pokhara.

Un sol en brumas
atraviesa la ventana
de nuestro cuarto,
olor a selva bruta
y al agua
del Himalaya.
Custodiado
por montañas
se refleja un lago.
Grandes arcos,
dibujan,
alas en los rayos,
en un cielo pintado
de blanco y púrpura.
Solitarias barcas,
de paz inundadas,
como nadando
en un cuadro,
las horas apuran,
se quedan rezando.


El centro se encontraba en un precioso lugar, en lo alto de una colina, desde donde divisábamos al completo el lago Phewa. Las aves revoloteaban continuamente con un vuelo suave y tranquilo sobre sus aguas, acompañadas de numerosos parapentes (al parecer, es una zona famosa en el mundo entero para la práctica de este deporte) que le daban color al cielo azul claro, obnubilado con una neblina matutina casi diaria, y de barcas de pescadores que parecían paradas por el tiempo
.

En nuestro último día, no quisimos perdernos la oportunidad de dar una vuelta en una barca por el lago, se la alquilamos a unos pescadores. La suerte que tuvimos fue que ese día estaba completamente despejado y pudimos ver al fondo los picos nevados de nuestros preciosos y queridos Annapurnas que salían a despedirnos
.
El lago era muy transitado por mujeres que iban allí a lavar las ropas, por turistas locales que iban al lugar para visitar un templo que se hallaba en una isla en mitad del lago. Las barcas se llenaban hasta no caber una sola aguja para cruzar al precioso templo y las risas de sus ocupantes tapaban al silencio que reinaba por tan apacibles aguas.

También visitamos un proyecto textil que trabaja con mujeres, y es que si hay algo en esta zona son proyectos con ellas (hay una agencia de viajes en el que todas sus trabajadoras son mujeres, porteadoras, guías, conductoras…). Trabajan haciendo bolsos de diseños preciosos, y que aunque el precio sea algo más alto que en el resto de tiendas, sigue siendo muy barato, y al comprarlo colaboras con un precioso proyecto. Visitamos el telar y pudimos ver cómo trabajaban, y la ilusión que ponían en cada una de sus creaciones.

De vuelta a Katmandú no quisimos perdernos la oportunidad de visitar Pashupatinath, un templo hinduista al que peregrina numerosos Sadhus (hombres sagrados) desde la India. Se trata de un lugar santo en el que, como en Varanasi en la India, hay un río con escalinatas al mismo donde también se practican las cremaciones.
Desde una de las escalinatas pudimos contemplar el proceso completo de tan atroz situación, vista desde nuestros ojos. Y es que te ves la vida y la muerte en el mismo lugar, apreciada y respetada de igual manera. Y esto me recuerda un comentario de Souga, la mujer del centro de Yoga “A mi nada me pertenece, tal cual llegué, tal cual me iré. Todo es pasajero, incluido nosotros. Todo le pertenece a Él” (me dijo mientras elevaba sus manos hacia el cielo).

El proceso comienza con la llegada del muerto y todo el séquito de familiares que lo acompañan. Son los hombres los que se encargan de llevar el cuerpo hasta la escalinata, desde donde procederán a la limpieza con agua del río sagrado. Mientras tanto las mujeres esperan al otro lado del templo. Con una túnica blanca cubriendo el cuerpo, éste es minuciosamente enjuagado con tan sucias aguas.
Tras ello se depositan telas de colores naranjas y multitud de flores, momento en el cual está listo para ser depositado en uno de los puntos de cremación en donde los apilados troncos esperan a ser quemados junto con el cadáver. Una ceremonia, de ungüentos de aceites y de vueltas en torno al difundo, termina, entre los llantos al ser querido, con tan doloroso momento.
Mientras tanto, a lo lejos, a no más de 50 metros, puedes ver a las mujeres lavando la ropa en el mismo río al que van a parar las cenizas, y a gente metida en sus aguas recuperando los restos de los difuntos (oro o incluso los troncos que no fueron quemados del todo). Incluso en la otra orilla están los niños jugando al futbol. El sucio río se convierte en testigo de tal mosaico de situaciones.

Pudimos ver multitud de estos Sadhus, que se le puede reconocer porque pintan sus caras con colores blancos, amarillos y naranjas. Nos resultó muy curioso observar que también hay mujeres sadhus, y que al igual que los hombres, llevan sus pelos a lo rasta. Hay cientos de detalles dentro de los rituales que se practican en estos templos que se escapan a nuestro entendimiento, y que por mucho que veamos, no conseguimos determinar de qué se tratan
.
Tocan campanas, se colocan arroz en la frente, ofrecen leche, se colocan pulseras, se pintan la frente (el tercer ojo) de diferentes colores (sobre todo de rojo). Lo de los colores es alucinante y es que predomina el amarillo azafrán y el color magenta. Las ofrendas de flores, los caras de los Sadhus, las vestimentas, suelen ser también de estos colores.

Desde aquí nos fuimos a la ciudad de Bhaktapur. Se trata de la segunda más importante del valle de Katmandú, al más puro estilo medieval, tanto por sus construcciones (todas las calles como las casas son de un ladrillo de color marrón-rojizo) como por sus oficios, y es que aquí te puedes ver aún al orfebre o a las mujeres juntas tejiendo en mitad de la calle o incluso los hilos teñidos esperando a ser secados por el sol
.

Las estrechas callejuelas, los pasadizos por medio de pequeños patios convertidos en templos por estatuas teñidas de azafrán. Las puertas y las ventanas, preciosamente adornadas con ofrendas de flores y tallas en madera con deidades representadas
.
Un detalle curioso es que en las vigas de de algunos de los templos te puedes encontrar tallas con representaciones de diferentes posturas del Kamasutra. Nos quedamos alucinados contemplandolas.

Las vidas se mueven

Las vidas se mueven,
a ritmos,
distintos,
en mundos
diferentes,
siendo el mismo,
el mundo
donde mueren.

Las vidas se mueven,
del vivo
y sensitivo
movimiento,
al aparente
pacifismo
del silencio,
inerte.

Las vidas se mueven,
de ríos,
fríos,
a calientes
mares, y océanos,
también fríos,
del volcán incandescente,
al bosque helado,
de pinos.

Las vidas se mueven,
destino,
el no destino,
a su suerte,
al embrujo
del siguiente
suspiro,
en lo más profundo
del olvido.

Las vidas se mueven,
se mueven, las vidas.
Se mueven.


Por la noche unos israelitas nos llevaron a probar una bebida alcohólica típica nepalí. Se trata de una especie de cerveza caliente. En una jarra de madera meten semillas de cebada, echan agua caliente y lo bebes con una pajita. Delicioso, calentito, que no viene nada mal, y la verdad es que alcohol tiene.

Nuestro último día en Katmandú procedimos a realizar la dura prueba que nuestros amigos Amagoia y Jose nos pusieron cuando nos visitaron en Vietnam en el mes de agosto. Hacer una fabada. Y sí, no es que nos hayamos olvidado. De hecho nos llevamos la fabada al trekking con idea de hacerla en alguno de los lugares en los que nos quedáramos. Pero resultó que cuando nos lo propusimos no nos dejaron cocinar, y además una comida tan pesada no nos parecía lo más apropiado a tanta altura. Luego en Pokhara, en medio del curso de yoga tampoco nos pareció muy apropiado (y más cuando casi todo el mundo era vegetariano). Total que esta se ha convertido en la fabada mas viajera de la historia y es que si recapitulamos ha venido desde España a Vietnam, desde ahí reposó durante algún tiempo en Tailandia y pasó a Nepal donde realizó el trekking de los Annapurnas y ahora por fin en Katmandú, los del Hotel nos han permitido hacerla (claro que no saben muy bien de que se trata). Pero mereció la pena. Que sabor!!!! Nuestras papilas gustativas no daban crédito y nosotros tampoco. Qué cosa tan rica. Muchas gracias chicos.

Hay un último detalle de Nepal que nos gustaría compartir con todos vosotros. Resulta que en multitud de lugares lo ves, pero a nosotros lo que nos llamo la atención fue que nos lo contaran en dos ocasiones gente local. No creemos que sea así del todo, pero resulta muy buena la coincidencia. Nos preguntaron si sabíamos que significaba NEPAL, y a nuestra negativa como respuesta nos enseñaron la siguiente frase: “Never End Peace And Love” (Nunca fin a la paz y el amor).

Total que salimos de Nepal con las pilas recargadas y el estomago más que satisfecho. Y como colofón, desde el avión, nos despedimos del Himalaya con un día despejado, en el que todas sus cumbres podían ser vistas, incluido el Everest, que lo pudimos contemplar con su majestuosidad. Imponente techo del mundo.

Y ahora, en Bangkok, nos encontramos esperando el bus que nos lleve de nuevo al aeropuerto para salir rumbo a Jordania. Y con esto terminamos nuestra aventura massalera por Asia. Han sido muchas las sensaciones y las aventuras vividas en este inmenso continente rico en culturas, con sabrosos platos, impresionantes playas y lo mejor, como siempre, las personas que en él hemos encontrado.

Nos dejamos un pedazo de nosotros mismos en estas tierras, y de ellas nos llevamos mucho. Después de haber pasado por el cruce de Shibuya, visto a Geishas en Kyoto, haber plantado calabacines en Tokamati, haber brindado con sake, haber aprendido a comer con palillos, habernos sumergido en las cristalinas aguas de Indonesia, habernos perdido por los impresionantes campos de arroz de Bali, habernos asomado a los volcanes en Flores, haber compartido la mejor noche a la luz del fuego con cantos de mujeres en el poblado de Kupambala, haber disfrutado de la ajetreada noche en Kuta, buceado en los arrecifes de Kotao, bajado el río Mekong en Barca, haber disfrutado haciendo el cafre en el tubing de Vangvieng, habernos paseado en elefante en Chiang Mai, haber danzado con cariocas de fuego en las animadas playas tailandesas, habernos quedado sin palabras con los festejos del lago Inle, habernos trasladado a otro tiempo en el trekking por Hsipaw, haber andado en carromatos en Mandalay, haber asistido a un show de los Moustache Brother´s, haber pedaleado en los templos de Bagán, habernos quedado sin palabras con las experiencias compartidas con los refugiados birmanos en Tailandia, haber sucumbido ante la belleza de Angkor Wat, habernos quedado casi sin aliento en el treking de los Annapurnas, haber sido bendecidos por un lama residente en las montañas, haber sido conscientes del sonar del viento sobre las banderas tibetanas…tras todo esto y mucho más, damos nuestro siguiente paso en este periplo al que ya le queda poco para finiquitar. Pero aún no ha llegado ese momento. Ahora, pasamos a otra realidad, a otro mundo, del que también estamos dispuestos a empaparnos a tope. Nos vamos directos a Jordania, con la intención de visitar también la vecina Israel y por último Egipto. Pero como siempre chicos todo esto será parte de nuevas historias.
Un fuerte abrazo.

Cris y Juanlu
Massaleros Vuelta al Mundo

4 comentarios:

  1. Hay mis dos aventureros!!!!
    Que maravilla de resumen de todo lo vivido en cada sitio del mundo y con cada uno de ellos, pero que bien escribís, coño!! He flipado tanto tanto con vuestra aventura en las nieves de "Thorung La" vaya Pasote gordo, yo no se como no os disteis la media vuelta so Kamikaces!!!
    Madre mía con la locura que me da a mi el frió...!! Una con convulsiones , ustedes sin palos para poder comprobar si hay o no hielo o un precipicio.., con posibilidad de “riesgo de Avalancha” con la cantimplora congela con tres pañuelos y dos mayas para abrigaros y lo mejor todo a 4. 850 METROS DE ALTURA!!!!! muy muy bonito jajjajaja!!! Ustedes estáis locos perdiooooo!! Desde luego lo que ustedes no hagáis, no lo hace nadie….!!! Menos mal que después en “Pokhara”, habéis recuperado fuerzas entre sesiones de yoga, de cantos relajantes, limpieza de fosas nasales y vuestra Súper Fabada ¡!!! MmMmmmm que rica!! Estáis ya para subir de nuevo pero ahora al Machupichu!! ;)
    Bueno, ya solo deciros que ardo en deseo de teneros en mis brazos de veros la cara de miraros a los ojos y de sentiros muy muy cerca aunque siempre lo habéis estado.
    Disfrutad lo máximo posible en Jordania y Egipto, wauuu !! Deseando ya leeros de nuevo Os quiero con toda mi alma !!! tened cuidado ahora con el calor …..!!! ;)

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  2. Las despedidas nunca han sido mi fuerte, siempre me queda la sensación de no haber estado a la altura, que distinta la vustra, me habéis dejado con un gran sabor de boca, como la de la tarea bien hecha, de SOBRESALIENTE, como sois, personas de altas notas.
    Me ha parecido perfecta esas clases de yoga para poner un punto y aparte a vuestras aventuras, de vez en cuando es bueno hacer un alto en el camino y respirar, sentirse vivo, amarse y darse un regalo y que mejor regalo que esas clases y esas comidas tan depurativas. Perfecto... recurados de cuerpo y alma.
    ¡Bien esa salida para un nuevo Continente!, ¿cuánta aventura encerrará?, suspense hasta la próxima actualización.
    Ya nos queda bien poco para ese encuentro tan deseado, me van parecer eternos estos últimos días, hasta entonces deciros que os quiero, que me estáis enseñando cosas de este mundo que verdaderamente me apasionan, pero lo que deverdad me aportáis es un amor maravilloso que lo derrocháis por todo vuestro ser.
    Os mando todo mi amor.

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  3. Mis queridisimos massaleros!!!!
    Cuanto os quiero!!!!!!!
    Una hora y media llevo esta mañana con vosotros sin prisa ninguna disfrutando de cada comentario, de cada poesía, de cada foto ... y es que esto ya no es un blog: Esto es una novela en tiempo real!!!!!!
    Y lo he retomado con calma donde lo había dejado ... y empecé con vosotros caminando junto al río Marsyangdi. Y disfrute de los mantras al viento, del trueno de las banderas en el Upper Pisang, de los yak, de ese culto a la “pachamama” trasportado a otro continente, del Lama Dashi … (dasi una buena propina jejeje); y me consterne con la difícil y dura vida que llevan los sherpas y me inquiete un poco por el sustito de la massalita (que te quiero Cris) y por esos mareos disfrazados de mal de altura; y me deleite con mujeres V y estrellas VIII (poeta, que bueno eres). Pero me ha encantado sobre todo la pareja alemana viajando con sus hijos por el mundo. Me habéis hecho evocar la imagen de una pareja muy rubia con dos niños muy rubios y muy pequeños, en una pequeña casita en la Isla del Sol que tenía guardada en mis recuerdos.
    Pero ya lo del Thorung La ha sido demasiado. Me ha dejado alucinao. Durmiendo con toda la ropa puesta en Manang a 3500 m , pasando un frío de la leche, mis massaleros del alma, pura esencia de aventureros, van en busca de los 5400 m del Thorung La. Y yo aquí leyéndoos y tiritando de frío. Pero eso no es todo, es que tirando para Yak Khaka de repente va y nieva, tocate las narices!!!!!!!!!!! A mí me da mal!!!!!. A mí, la esencia de la hipocondría. Y que huevos tenía Sandra la Suiza. Nada, que ta cayendo la de Caín … pues nada, a relajarse viendo como nieva. Ay dios!!!!. Y cuando al día siguiente veo, que Juan(que te quiero Juan), que aún con bastones va deslizándose culo al suelo como por un tobogán con precipicios a los lados, ya me cagué. Y cuando más adelante veo un cartel que trae ¡Peligro de Avalanchas!, ya me tengo que dar un paseíto por el salón antes de seguir leyendo. Y ya no os cuento lo que hice cuando leo lo de la israelita convulsionando ….AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
    Me encantó la foto toda llena de nieve con una línea negra y finita al fondo, de las personas que iban subiendo a la cima. Impresionante. Que aventura. QUE AVENTURA!!!!! No puedo ni imaginarme la alegría y la emoción que sentisteis cuando llegasteis a la cima. Lo del Salkantay es como una excursión a la sierra al lado de esto. Y la foto final de esa entrega me ha encantao. Preciosa. Caminando juntos en busca de nuevos destinos. Compartir es vivir.
    Y que buena idea lo del yoga en Pokhara. Cris, la postura perfecta. Algún día conseguiré llegar a emularte. Chulísima esa foto. Me ha hecho gracia lo del OM MANI PADME HUM. Hace unos meses fui a un centro budista vajrayana aquí en Gijón, y eso era uno de los cánticos que repetían muchas veces y muy rápido hasta que quedaban sin aliento una y otra vez. Me hubiese encantado vivir eso con vosotros (eso y todo lo demás, que mi hipocondría va con vosotros al fin del mundo venciendo todos los miedos que se presenten).
    Me ha gustado mucho Pashuipatinath, la Medieval Bhaktapur, el proyecto textil de las mujeres, N E PA L y su significado encubierto, el paseo en barca, que saboreaseis la fabada de Amagoia y Jose … está bien un poco de relajación antes de emprender viaje a un nuevo continente.
    Y cuantas cosas habéis hecho. Ciertamente que relativo es el tiempo según la intensidad de las experiencias vividas. Parece que es una vida entera la que habéis vivido en Asia y sin embargo ese mismo tiempo vivido aquí me resulta muchísimo más corto. Japón, Birmania y Nepal han sido mis destinos favoritos de esas aventuras por Asia que nos habéis regalado. Gracias una vez más por vuestra generosidad con nosotros.
    Y como dice Inmita, ahora cuidadito con el calor y a seguir disfrutando con la ilusión del primer momento. Tengo muchas ganas de veros y también tengo muchas ganas de seguir leyéndoos. Hoy y siempre.
    Os quiero muchísimo.
    Jandro

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  4. Muy bueno todo Nepal y los Annapurnas, acabo de leeros porque quiero irme a Nepaly me habeis convencido.

    Saludos desde Bolivia.

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