lunes, 19 de octubre de 2009

Hasta pronto Myanmar

Guiados por nuestro maravilloso anfitrión en Hsipaw, Mr Book, para salir del lugar elegimos ir en tren, que pese a resultar ser un trayecto más largo, era mucho más entretenido y realmente una experiencia única. Nos acompañó en el viaje nuestro amigo sueco, Johan. Decidimos comprar el billete en 3ª clase ya que la empresa ferroviaria pertenece al gobierno, el pago debes hacerlo en dólares americanos (nosotros por ser turistas, los birmanos pagan en la moneda local), y queríamos entregar cuanto menos dinero fuera posible a esta dictadura. Nos podemos permitir el lujo de hablar tan abiertamente por encontrarnos fuera de Myanmar, y de hecho haremos una entrada del blog tan sólo para explicar la situación en la que se encuentra este país, maravilloso por sus gentes.


Ya en la estación se amontonaba la gente con multitud de mercancías, nosotros pensábamos que el tren estaría atestado pero cuando lo vimos acercarse nos dimos cuenta de lo equivocados que estábamos. Resulta que eran vendedores que se acercaban a los vagones ofreciendo cualquiera de sus suculentos productos. Nuestro vagón estaba completo, con sillas de madera y siendo los únicos turistas que nos encontramos en el tren. Nuestros vecinos de al lado eran una mujer con sus tres hijos, de diferentes edades, y un hombre con un niño. La gente no paraba de observarnos de la misma forma con la que nosotros les observábamos a ellos. La curiosidad y las ganas de comunicarnos era algo que se percibía en cada gesto entre ambas partes.

Uno de los niños comenzó a comer una naranja y tras algo que le dijo el hombre que iba a su lado nos ofreció unos gajos, a lo que no pudimos negarnos. Acto seguido la mujer comenzó a comer pipas y de nuevo éstas nos fueron ofrecidas. Nosotros, que lo único que teníamos eran algunos caramelos se los ofrecimos a uno de los niños. No dábamos crédito cuando vimos que éste se incorporaba y comenzaba a repartirlo entre todos los críos que estaban a su alrededor (esto no fue sólo aquí donde ocurrió y es algo que dice mucho de esta cultura, o más aún de cómo cuando realmente apenas tienes nada, estás más concienciado a compartir lo poco que posees). Estábamos con la boca abierta. Aquello se convirtió en una comunidad en un par de minutos donde todo el que tuviera algo lo ofrecía, y esta gente tiene muy poco. Todo esto no hace más que decirnos que el valor de la solidaridad, en países como Myanmar, está mucho más latente.


El camino discurría entre selva y comunidades. A cada parada de nuevo el vagón era rodeado e invadido por vendedores de cualquier cosa, que se acercaban a las ventanas con sus ofrecimientos. La lentitud del cacharro no nos era para nada molesta ya que estábamos encantados con todo lo que iba aconteciendo. Una mujer que nos vendió una botella de agua se sentó a nuestro lado, ya que quería hablar con nosotros. Y como pudo nos preguntó a dónde íbamos, y entre risas y cientos de gestos no paramos de hablar con ella.

Tren de Hsipaw a Pyin Oo Lwin

Paradas largas y constantes,
vendedores que suben y bajan,
frutos secos, comida caliente,
cervezas, whiskies, agua,
ofrendas, milagrosos brebajes,
todo en cestas
sobre sus cabezas,
se compra y reparte,
los pasajeros,
en familia durante el viaje.
Se tambalea,
el calor, asfixiante,
abre camino en la selva,
corta ramas de plantas y árboles.
Se para, de repente,
la mirada puesta
en un puente,
lo tiene delante,
una caída de muerte,
gigante.
El tren se calla,
arranca,
camina suave
pero con buen semblante,
se resquebrajan,
o eso parece,
de la estructura, sus pilares.
El ruido, estremece,
con la altura se reparte,
los miedos de quien tiene
fobia a despeñarse.
Una mariposa entra y sale
por las ventanas abiertas,
corre el aire,
y las gotas de lluvia,
que tras cruzar el puente
nos sorprenden,
mojan el paisaje,
y nos devuelven
al país del mestizaje.


No llegábamos directamente a Mandalay sino a Pyi Oo Lwin desde donde según las indicaciones de Mr Book (quien de nuevo nos entregó un mapa en el que nos indicaba donde ir y nos puso unas frases para que se las diéramos a la gente donde en teoría decía que queríamos ir a Mandalay) íbamos a coger un autobús colectivo a Mandalay. Pero debido a que el tren había llegado retrasado no pudimos encontrar ninguno así que terminamos yendo en la parte de atrás de una furgoneta junto con todo tipo de mercancías.


Mandalay era tan solo el enlace para continuar con nuestro camino por tierras de Myanmar (el nombre oficial del país es Myanmar, anteriormente se llamaba Birmania, que fue el nombre que le dieron los ingleses en la época de la colonización, debido a que el grupo étnico mayoritario en el país eran los burma). Quisimos aprovechar nuestra nueva visita a esta ciudad para hacer algo que no se nos había pasado en la anterior y que de nuevo Mr Book nos animó a hacer. Se trataba de ir a ver a los “Mustache Brothers”. Son unos artistas callejeros que con sus danzas y sus burlas hacen humor de una dictadura que no tiene nada de graciosa, dando a conocer de esta forma la realidad de su país. Es por esto que uno de ellos actualmente está en prisión. Se les ha prohibido continuar actuando en la calle. Ahora sus recitales los dan en la entrada de su casa, o saloncito, en el puede ser considerado el teatro más pequeño del mundo.


La actuación a la que asistimos fue en inglés (y por tanto totalmente dedicada a los turistas), y es que según nos indicaron ellos mismos para ellos es muy importante que los turistas vayan a verlos, ya que de esa forma están algo más protegidos ante el gobierno y porque debido a que no pueden actuar por las calles de los pueblos, no les queda otra forma de subsistencia. Lo bueno era que podíamos entender todo lo que decían. Como por ejemplo que ellos son los que tienen el mejor sistema eléctrico del mundo (no olvidemos que en el país no hay casi nunca corriente eléctrica) ya que disponen de tres líneas eléctricas diferentes, la del gobierno que casi nunca funciona, la de los chinos (que tan sólo sirve para unas luces específicas de neón que por supuesto son de fabricación china, pero no para las neveras o para un simple ventilador) y la de los generadores con gasoil (que los tienen en casi todos lados). “Nosotros tenemos tres, y vosotros sólo uno, nosotros buenos, vosotros malos” eran sus comentarios al respecto. O como que ellos tienen un magnífico sistema de detección de policía. Tienen a su madre en la puerta quien les da un silbido si llega alguien sospechoso, en cuyo caso ellos saldrán corriendo y los policías nos pillarían a nosotros.


Entre medio de la actuación nos pusieron algunos videos en los que se describía la situación política de Myanmar y cómo el gobierno actuó tras el que se llamó “El movimiento granate” (por el color de la túnica de los monjes), y eso si que no podemos describirlo con palabras. Los bailes tradicionales eran continuados con nuevas gracias y con todo tipo de explicaciones sobre su país. Y de repente al preguntar a cualquier de los asistentes (éramos en total 7) del país del que procedíamos nos sacaban unos carteles que ponían: MI6, CIA o Guardia Civil (nuestra risa se tornó en carcajada cuando vimos el cartel de la Guardia Civil). Merece la pena ir a visitar a este valiente grupo de artistas –humoristas, ya que es realmente arriesgado hacer lo que ellos hacen, y necesitan un gran apoyo.

Salimos de la ciudad en nuevo medio de transporte, que haría de nuevo nuestros deleites. Consistía en un barco en el que descendimos el Ayeryawady, principal río del país, hasta la ciudad de Nyaung U, junto a Bagán, nuestro siguiente destino. La compañía, de nuevo, era del gobierno así que tuvimos que pagar en dólares. Era aún de noche cuando nos subimos, y la gente estaba apilada sobre el suelo en esterillas durmiendo (el barco tan sólo sale dos veces a la semana, así que la gente duerme en el barco hasta su salida, si nos hubiéramos enterado de esta posibilidad seguro que nos hubiéramos unido a tan suculenta manera de convivir con la gente del lugar).
A nuestro alrededor multitud de bultos y mercancías de todo tipo. En este caso no éramos los únicos turistas, que por cierto, a diferencia de los birmanos, íbamos sentados en sillas de plástico, ya que éste es el más cómodo de los medios de transportes para llegar a la famosa ciudad de Bagán.


Comenzamos la bajada, y con ella el paisaje se nos presentaba con las primeras luces del amanecer con pagodas a nuestro alrededor, entre el verde de los campos y el azul de un inmenso cielo. El primer tramo transcurrió sin paradas de ningún tipo, y mientras, las mujeres se daban sus baños en la popa de la planta baja del barco, tras el cual, el tanaca teñía sus caras. Nos dimos cuenta de que afortunadamente había un bar, con su cocina de leña y todo, al fondo de la parte de arriba, así que nos dimos un buen desayuno.

Tras un par de horas (la travesía duraría unas 12 horas) comenzaron las paradas. Atracábamos como podíamos en las comunidades, que no tenían ni embarcadero ni nada que se le pareciera, con unos tablones que cruzaban a modo de pasarela. En primer lugar, bajaba gente, con las cabezas llenas de cestos y sacos de mercancía.
Tras la primera etapa de bajada, el barco se llenaba de vendedores que te ofrecían desde plátanos o trozos de deliciosas sandías, a pescado frito. Y era entonces cuando comenzaba la segunda etapa que era la de bajada de mercancía. En cada parada se tiraba bastante rato y era en este momento en el que percibías el calor que hacía, se tornaba a sofocante en el momento en el que la parada se alargaba un poco.

El paisaje cambiaba a cada tramo y con ello sus gentes, desde lugares selváticos a bastas explanadas de barro en lo que podríamos llamar una inmensa playa de río que con sus tonos marrones y grisáceos dan la impresión de haberse trasladado a la sabana africana. Las carretas tiradas por bueyes de agua eran las que luego transportaban todo lo que se había bajado del barco, o simplemente se depositaban en el suelo.
Y junto a todo esta estampa el pasar de las vidas de las gentes que se paralizaban por un momento a nuestra llegada. Una de la vendedoras que se subió ofrecía telares y me sorprendió que no nos pidiera dinero sino intercambio de cosas, así que abrí mi mochila y le ofrecía lo que me pedían (champú y maquillajes) a cambio de una de sus preciosas telas. No sabéis lo genial que me sentí con esta antigua forma de comerciar “el trueque” y es que ofrecí cosas que no usaba, o mejor dicho que no necesitaba, y que tan sólo eran peso en mi mochila desde hacía mucho tiempo, a cambio de un precioso telar de la zona que pondremos en algún lugar y que siempre me recordará a esa mujer. Y a ella, le entregué cosas que son muy difíciles de conseguir en tan remoto lugar. Perfecto el intercambio, ¿no es verdad?


Llegamos a Nyaung U cuando ya se había hecho de noche y sin dar crédito de la maravillosa travesía que acabamos de tener. Al día siguiente nos alquilamos unas bicis y sucumbimos ante la belleza de Bagán, y es que miles de pagodas de más de mil años se nos presentaban ante nosotros, desperdigadas por terrenos llenos de campos de cultivos y rebaños de vacas y cabras.
Cada pagoda era de una belleza sublime. Edificios cuadrados con cuatro puertas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. Cada entrada era custodiaba por un buda quien con su mirada serena hacía que te invadiera una energía sin igual. La solemnidad de cada uno de los templos nos ponía los bellos de punta. Ilustraciones por sus paredes representaban distintas partes de la vida de buda.

Cada pagoda era vigilada por un señor que poseía las llaves del lugar y que te ofrecía la posibilidad de subir a alguna de sus terrazas. Para ello te adentrabas en pasadizos que te daban la sensación de estar entrando a las catatumbas, tanto por la poca luz como por la estrechez de los mismos.

Pagodas de Bagán

Apuntando hacia el cielo,
como queriendo volar,
ancladas al suelo,
a la madre que las vio nacer,
al pasado y al recuerdo
de la creencia y la fe.

En rojo y marrón intensos,
de la tierra, espejo en libertad.
De blanco, con musgo negro,
simbolizando un viaje en paz.

En su interior un buda directo
hacia donde el sol se va a perder,
y otro, predispuesto
en la dirección del amanecer.

En sus pasillos corre aire fresco,
se respira tranquilidad,
las piedras guardan silencio
sin ánimo de molestar.

Como agujas clavadas en hielo,
sintiendo frío recorriendo su piel.
Como dunas del vasto desierto
sintiendo calor por sus venas pasar.
Pagodas que no dejan de sorprender
en los verdes campos de Bagán.

En una de las pagodas que entramos estaba una chica que nos ofreció subir a hacer esa ascensión y nos permitió ver la impresionante vista desde lo alto. Muchísimos picos apuntaban al cielo, dando una preciosa imagen con las montañas de fondo. A la bajada, de repente, la chica se puso a chillar saliendo del recinto y cuál fue nuestra sorpresa al ver a una serpiente salir por la puerta
.
En otra ocasión terminamos siendo invitados a casa de una chica que vivía en uno de los poblados de alrededores y nos vimos sorprendidos al ver a su abuela fumando un cigarro tan grande como no lo habíamos visto en nuestra vida.

La verdad que como despedida de este país que tanto nos ha aportado y enseñado sobre la vida no podríamos haber tenido mejor lugar. Y es que tras Bagán volvimos de nuevo a Yangon, haciendo una parad técnica de un par de días en Pyay, donde conocimos a Si Thu, un chico birmano que de nuevo nos sorprendió con su generosidad y su hospitalidad. El era profesor de Aikido y nos invitó a su casa y gimnasio donde da las clases, también nos invitó a asistir a una de ellas. Fue una tarde genial la que pasamos con él, y es que pese a haber estado en Japón no habíamos visto nada de artes marciales, mira que tener que venir a Myanmar para encontrarnos con ello.

Desde Yangón partimos de nuevo a Bangkok y es que nos hemos quedado tan prendados de este país y sus gentes que nos vamos a ir a trabajar como voluntarios en escuelas de refugiados birmanos en Mae Sot (Tailandia), pero chicos de nuevo esto es parte de otra historia, en la que también esperamos poder hablaros más sobre la realidad de este país.


Un fuerte abrazo

Cris y Juanlu
Massaleros Vuelta al Mundo

6 comentarios:

  1. Vaya lo que nos habéis enseñado de este gran país!, que gran generosidad por parte de la gente, cada vez me doy cuenta que en éste mundo sigue habiendo personas con esa generosidad que echamos en falta en algunas ocasiones.
    El veros sumergidos en la vida de Myanmar, te hace que pensar y cuestionar, tal vez vuestro viaje haya sido el hilo conductor para mucho de nosotros, a la hora de ver las cosas de un modo más positivo y comprender a esa gente, que comparte incluso lo que no tienen. ¿Cuántas cosas hemos compartido como ese niño su preciado caramelo?...En fin mucho que pensar y llevar a la práctica, sobretodo eso último.
    El lugar de Bagan...sin palabras, creo que es el lugar más encantador de los que hemos visto hasta ahora.
    Juanlu , tu poesía sobre el viaje en tren me han puesto los pelos a cuartos, ¡uf que vértigo!, pero como siempre encantadora y perfecta, te estas haciendo un gran escribano.
    Queridos espero que vuestra nuueva experiencia como docentes, sean de lo más frutíferas, ya nos contaréis.
    Mis Massaleros un besazo lleno de todo mi amor. Sois los mejores. Os quiero.

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  2. Los pelos de punta! y la cara llena de lagrimas de alegria de ver gente en el mundo con tanta bondad y amor.Nos estais enseñando que a pesar de las desgracias que pasan en el mundo hay lugares que gracias al amor y compasión hacen que la vida esté lleno de alegrias y libertades.Porque aunque esten en una dictadura son ´las personas más libres y llenos de amor interiormente y que cruza la frontera de los pensamientos que cada pais o regimen pueda tener.Que bonito!
    Nosotros que vivimos en una democracia estamos más aprisionados en nosotros mismos, en nuestro egocentrismo, materialismo y pertenencias tontas.
    Es impresionante.Me encantaria haber estado alli con vosotros.
    Buenos chicos seguir con ese espiritu que aun os espera otra parte del viaje al pais de la sabiduria, Nepal.

    un besito , os quiero

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  3. ...Por casualidad llegó vuestro blog a mi email...¡que suerte leeros! unas fotos preciosas, letras que curan el alma y te hacen pensar...
    Si nos importa me seguiré colando por esa ventana para seguir la dirreción de vuestra brújula.
    Saludos desde la otra orilla...
    ¡Buen viaje!

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  4. Amores míos Maravillosos !!!!
    Qué maravilla más grande la que estáis viviendo, que experiencias mas irrepetibles y sobre todo que sabiduría estáis tomando de todas este increíbles personas que os estáis encontrando por vuestro camino. Es maravilloso ver como vuestros rostros desprende esa luz especial que produce la felicidad y la alegría que sentís ..!
    Desde luego con el paraíso de Myanmar, es difícil no maravillar, me ha resultado un lugar muy humano, su gente sin nada y con todo a la vez…. Con esa alegría unida a esa generosidad que al verlos te das cuenta ralamente de lo que es ser realmente generoso y hospitalario ... paisajes de cuento y esa viejita con su Pequeño pitillo ..!!! Joajajajajaj ¡!a joder con la vieja yo firmo por estar así a su edad sin dejar de fumar!!!
    Cris tengo que felicitar por la ALUCUINATES FOTOS QUE ESTAS HACIENDO!!! Y a Juan luís, POR LAS MARAVILLAS QUE ESCRIBE!!! ENORABUENA A LOS DOS..!!
    No sé cómo deciros que os agradezco profundamente la labor tan generosa y de tanto cariño que estáis haciendo con este Blog, sin faltad ni una sola vez cumplamos o no cumplamos a la hora de escribiros ustedes nunca falláis OS QUIERO A MUERTEEE ¡!!y nos veremos en MARUECOS nosotros nos apuntamos del tirón a todo lo planificado ¡!! Un beso enormeeee cuidaros muchos y disfrutad del mundo!!MUUUAKKKKKKK

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  5. Querídisimos mios!!!
    Me ha encantado vuestra experiencia por este pais tan fascinante y misterioso que es Myanmar. Tus narraciones Cris, tus preciosas poesias Juan, esas fotografias tan increibles y tan llenas de realidad y las descripciones que nos muestran a esas admirables gentes me han llenado una vez mas de la mayor de las emociones.
    Leyendo los comentarios de Mayte, Amagoia, Inmita y el nuevo massalero (Bienvenido majete!!!) me ratifico una vez mas en que esa emoción que despertais en mi la generais también en muchísimas mas personas; y no sólo en aquellas que con más o menos frecuencia os escribimos en vuestro blog, sino que hay otras muchas mas que aunque son anónimas y desconocidas para vosotros, soy consciente y muchas veces testigo de que también se llenan de sorpresa e ilusión con cada una de vuestras nuevas aventuras. Y les animo para que algún día, tal y como ha hecho este nuevo massalero os escriban y os trasmitan lo mucho que disfrutan leyendovos !!! Anímo chic@s!!!!!.
    Me ha encantado Myanmar. Me hubiese encantado muchísimo estar ahí con vosotros. Durante vuestro viaje en tren, en furgoneta, en barco, los mustache brothers, Bagan y sus pagodas ... me he imaginado estando allí con vosotros y me encantaba lo que mi imaginación me estaba mostrando ........ hasta que apareció la figura de la serpiente a la salida de la pagoda y la jodimos!!!!!!!.
    Cris, Juan, os quiero mucho massaleros. Y espero nuevamente vuestra nueva entrega sobre la realidad de este país. Tengo muchísimas ganas de que conteis mas cosas sobre su dura realidad y sobre sus maravillosas gentes.
    Nos veremos pronto.
    Un beso enorme
    Jandro

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  6. Queridos niños mayores,pero al fín mis queridos niños......
    Que bueno ha sido todo lo que hemos vivido en Mianmar,y vosotros personas sensibles,como os ha puesto ese pais,os tocó todas las fibras, esos comentarios y poesías, ese niño en el tren, ofreciéndoos ese gajo, que todos hemos degustado,( fué con mucho, lo más saboreado, lo más placentero seguro).
    De esos valores y solidaridad, se aprovechan lo pendejos, ( con todo mi "no respeto")pero vamos a ser considerados y hablar de lo mucho bueno que nos habeís trasmitido, del buen hacer de su gente, su humor e ingenio, que algún día no lejano se pueda hablar con libertad,dentro de esa caja de pandora, que cuando esto se tiene, que bien sabe...alguna firma he hechado yo para algún caso estremo dentro de.... en una orgn. avaaz,que trabaja para y por los derechos humanos.
    Siento que esto se vaya poniendo con la cuenta atrás,Buuuuaaaffff, que pena de mi( de vosotros? na de na!!!!!, que no os quiten lo bailao si acaso)yo... que si quiero aventuras tendré que ir a ver documentales....y no más massaleros,bueno hasta que se haga otro blog con un trio, que no sabéis de que va???..... me extraña, ya estubo bien de folgueteo y ahora toca lo del ...lo que os dije en aquel caserón del siglo 17, BIennnnnnnnnnn.
    (menuda parrafada que debó salir,)Un besazo
    "No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo.
    Aceptar tus sombras,
    Enterrar tus miedos,
    Liberar el lastre,
    Retomar el vuelo."

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