Entramos en Camboya por un pueblo llamado Pot Poi. Antonio dice que los lugares fronterizos le gusta vivirlos, pero lo que es a nosotros nos gusta pasar el menor tiempo posible en ellos. Y en este mucho menos. La gente no paraba de pararnos queriendo ofrecernos taxi, autobuses o lo que fuera. Entre todo el ajetreo nos llamaron la atención algunos carteles que había en la cuidad, en los que decía: “Save our childrens” (salvar a nuestros hijos), y es que resulta que en Camboya hay multitud de problemas con niños que son llevados a Tailandia para el mercado sexual.
Por fin llegamos a Seam Reap, ciudad que serviría de campamento base para visitar el famoso Angkor. Éste resultó ser, simplemente, increíble. Es uno de esos lugares únicos en el planeta. Se trata de la extensión más grande del mundo destinada a un lugar religioso, y consiste en una vasta extensión de bosques repleta de templos. Éstos pueden estar rodeados de murallas o no. Están dedicados a diferentes dioses, ya que a pesar de ser templos budistas, se construyeron en su mayoría ofreciendo tributo al dios hindú Shiva, que representa al Creador y al Destructor. También hay muchos dedicados a Vishnu, el Protector.
El primer día hicimos la visita en Tuktuk, lo cual fue un acierto, ya que el bochorno se hacía notar desde primera hora de la mañana, y el resto, decidimos alquilar bicicletas (mucho más auténtico, ya que nos permitía parar dónde quisiéramos y disfrutar de los bosques al cobijo del sol abrasador, aunque a veces no quedaba otro remedio que probar de su fuerza), hasta completar los tres días que disfrutamos de este santo lugar. Lo primero que visitamos fue el templo de Bayon, que finalmente resultó ser el que más contemplamos y el que más alucinados nos dejó (cada día pasábamos delante de él, y no podíamos resistirnos a detenernos unos instantes para contemplarlo). En él te encontrabas innumerables caras de budas talladas sobre las piedras, que simulaban como si éstas estuvieran vivas y te mirasen, era totalmente surrealista. En algunos puntos se juntaban los budas tallados vestidos con telas, los inciensos, las ofrendas, el silencio, la paz armoniosa… que te trasportaban a otro tiempo en el que el templo estaba en activo, y te planteabas cómo sería la vida de los que allí habitaban.
Bayon
La vibración de las diosas
sobre cementerios de piedras
se mezcla con la naturaleza
en armonía silenciosa.
Las caricias del viento en las hojas,
la quietud de las ramas eternas,
el calor que se acumula, te quema
y te cuenta historias preciosas.
Musgos de colores pintan las rocas,
las curten en años, selectas,
en los tiempos en que eran perfectas
y jugaban con las mariposas.
Muchos de los templos están medio derruidos, con multitud de bloques de piedras apilados por todos lados, todo esto mezclado con el entorno natural, daba una extraña sensación, era cómo si tuvieran vida propia, como si nos estuvieran hablando. En muchos casos los árboles se entre metían por los muros y los techos de los templos formando parte de la propia estructura.
El sonido de la jungla hacía que esta sensación creciera aún más si cabe. Éste es el caso de Ta Prohm, el tempo de la Jungla como lo llamó el conductor del Tuktuk que allí nos llevó. Y no habría mejor nombre para describirlo. Los árboles nacen literalmente de entre las piedras y sobre ellas crecen y se desarrollan sus raíces. Inmensos árboles, e inmensas raíces. Lo más parecido que habíamos visto en nuestra vida era el templo que sale en el famoso “Libro de la selva”, y salimos de allí tarareando canciones de Mugly y Balu.
En otros templos, los colores de las piedras se tornaban en rosados o verdosos, por el pasar del tiempo o por el florecimiento de la vida entre sus poros. A saber. Las tallas sobre las piedras pasaban de las bellas Apsaras, que eran divinidades femeninas en multitud de diferentes poses, a las Nagas, míticas serpientes de siete cabezas, símbolos de protección que se encontraban en las puertas de casi todos los templos.
Había estatuas que representaban danzas y multitud de diferentes budas, muchos de ellos desafortunadamente con las cabezas cortadas debido a los saqueos de años atrás (tanto de los propios camboyanos como de países extranjeros).
En ocasiones los templos estaban constituidos en lo que nosotros coloquialmente llamábamos “puerta, puerta, puerta”, es decir, eran cuatro entradas de pasillos llenos de puertas que se unían en el punto central. En otras ocasiones tenían forma piramidal, lo cual suponía subir escarpadas escalinatas que a la bajada daban algún que otro sustillo. En uno de los templos tuvimos la suerte de toparnos con unas bailarinas vestidas con el traje típico ¿se puede pedir algo más?
Los paseos en bicicleta eran una verdadera maravilla, atravesando preciosos bosques de enormes árboles, parecía como si el tiempo transcurriera más lentamente, como si la vida fuera a otro ritmo. O también pasando por alguna de las puertas de los templos, con caras de budas dándonos la bienvenida o despidiéndonos a la salida, daba la sensación de no estar en la tierra, sino de haber volado hacia otra dimensión, otro mundo totalmente desconocido para nosotros.
Bosques de Angkor Wat
Los arboles guardan silencio,
quietud, calma, sosiego,
los latidos de sus corazones
a ritmo lento,
como si el tiempo
y sus convicciones
fuera, para ellos,
distintas que para el resto.
Los árboles guardan respeto,
meditan con sus ancestros,
enseñan a los jóvenes
a guardarse para sus adentros
los mensajes secretos
y las revelaciones
que les llegan del viento
y de los pájaros con sus canciones.
A la llegada a cualquier templo siempre te asediaban multitud de mujeres ofreciendo bebida, comida o cualquier tipo de cosa que vendieran (camisetas, fulares, libros, o extraños instrumentos musicales). La verdad es que muy poco hemos podido palpar de la actual Camboya, y de su cultura y forma de vida, ya que nuestra visita se ha reducido a un puro turisteo. Siendo algo poco habitual en nosotros, consideramos necesaria una breve incursión en una de las siete maravillas del mundo, dejando pendiente para otro viaje, el adentrarnos en este país que ha tenido muy dura historia. Para los que no lo sepan, en Camboya se produjo en los años 70 una de las mayores masacres de la historia de la humanidad, de la mano de Pol Pot, en la que se calcula que un cuarto de la población camboyana murió bajo lo que el régimen llamaba el “Enemigo oculto” (es decir, todo lo que no estuviera relacionado con el comunismo Maoista que practicaban: cualquier persona que supiera un idioma extranjero, cualquiera que hubiera tenido simplemente contacto con un extranjero, cantar determinadas canciones,… hasta los libros fueron quemados). Una situación de la que el país aún se está recuperando. Pero todo ello no podemos contarlo de primera mano, ya que lo que Siem Riep nos mostró y lo que en la actualidad es Camboya, tienen una larga distancia. La ciudad está totalmente orientada a la recepción de turistas que como nosotros vienen a visitar la maravilla de Angkor Wat.
Pero aún nos queda hablar del famoso Angkor Wat. Todos de los que hasta ahora os hemos hablado están en la zona Angkor, pero no son Angkor Wat. Quisimos ir a él a la puesta sol, y nos dejó a todos deslumbrados, ya que si el resto estaban medio derruidos, éste estaba en perfectas condiciones (aunque bajo mi punto de vista le quitaba algo de misterioso al lugar). Había un enorme estanque rodeando el templo completamente, y una única pasarela de entrada al mismo, como elementos de protección del majestuoso lugar. Nada más entrar, a ambos lados, unas pequeñas lagunas en las que las flores de loto brotaban. Tuvimos la suerte de ver como una mujer con al agua hasta el cuello recogía cuidadosamente cada uno de los capullos de las preciosas flores que posteriormente serán entregadas como ofrendas a buda.
Encantados con nuestra despedida del sudeste asiático nos dirigimos hacia nuestro próximo destino, Nepal, diciendo adiós también a nuestro amigo Antonio (él se dirige al sur…Malasia, Australia…). Estamos ya en la recta final de nuestro periplo, pero a pesar de ello, este nuevo país nos despierta el más puro y limpio instinto de descubrimiento, como si fuera el principio de nuestro viaje, como si las energías estuvieran en lo alto de la cúspide. Y es que en realidad es así, estamos con más ganas aún que el primer día, de descubrir este país tan mágico, y por supuesto, de que a través de nuestros ojos vosotros también podáis apreciarlo. Pero chicos, de nuevo todo esto será parte de otra historia.
Un fuerte abrazo a todos, y gracias por vuestros mensajes que nos llegan al corazón, y no hacen más que darnos aún más fuerzas.
Cris y Juanlu
Massaleros Vuelta al Mundo
HOOLA HOOOOLAAAAAAA!!!!
ResponderEliminarSe os ve guapísimos por fuera y se os lee guapísimos por dentro y me encantaaa todo de nuevoo!!!
Os escribo con algún retrasillo :o desde que estuvieron con vosotros en Tailandia Inmota, Juancillo y compañía pero me acabo de pone ar día de vuestro periplo desde entonces.. ACOJONANTE !!!
Y es verdad porque acojona asomarse al abismo de distancia que existe entre lo vivido por vosotros y lo vivido por mi en este tiempo. Una distancia de miles de Kilómetros de recorrido espiritual.
Lo de Angkor Wat puede que sea simple turisteo, como vosotros decís, pero a mi mancantao!! qué maravilla.. es mágico aquello..
Bueno y lo de Birmania.. Ay madre mía de Myanmar!!! me ha dolido y cautivado al mismo tiempo, estais haciendo algo muy grande, sobre todo por darlo a conocer.
Os veo cada vez con más energía, y por eso la sentimos aquí cada vez más presente. Ya se que seguiríais y seguiríais pero va siendo hora de una paraita en el camino que os queremos tocar blandito que la TFT está mu duraaaaa!!!!!!
Muaaakkkkk !!!!!!!
El blog Massalero es una VENTANA por la que cada día me asomo a un rincón del mundo, saludo a sus gentes, y reflexiono al veros caminar..
Deseando abrazaros
Emilitaun
Buenísimos días desde A Coruña;
ResponderEliminarHoy la noia es mas noia que nunca, Lulu. La Ruthi y un servidor hemos quedado alucinados con esos templos sacados de la mas bella de las imaginaciones. Despues de tanta experiencia humana y vital un poquito de turisteo no viene tampoco nada mal..... y una maravilla como Angkor Wat sería un pecado perdérsela.
La verdad que es una pena que esto poco a poco se vaya acabando, pero es una verdadera alegría veros con la misma energía que cuando empezasteis. Sois nuestras personales pilas duracell que nos meten con cada nueva entrada al blog un nuevo chute de fuerza y vitalidad .. y duran y duran y duran.
Ya estamos ansiosos por vuestras nuevas aventuras en Nepal.....creo que nos va a gustar muuuuuuuuuuuuuuuucho!!!!!!
Ruth y yo estamos llenado toda su casa de babas!!!!!!!!!
Bueno amorcitos, cierto es, es una pena que esto se vaya acabando, pero también va siendo hora. Que al igual que Don Emilio tenemos muchísimas ganas de tocaros, palparos y saborearos. Que estamos locos por estar con vosotros .......... pa casa ya leche!!!!!!!!!!
Cris, Juanlu. Os queremos.
Muchísimas gracias de nuevo por este regalo. Nunca me cansaré de decirosló.
Un abrazo enorme desde A Coruña
Ruth y Jandro
Simplemente, sin palabras. Vaya con Angkor y sus alrededores y ni decir quiero de los comentarios tuyos incluyendo las maravillosas fotos, que me han dejado con la sensación de estar con una revistas de las que hay en las agencias de viajes, ¡qué más quisieran esas revistas!, pués me parecen de una gran perfeción.
ResponderEliminarJuanlu, tus poesías cada vez más increibles, eres como los vinos, que con el tiempo mejoran, pero tu no es que mejores tus poesías las haces insuperables, con ese toque que las haces ser únicas (como tú).
Mis queridos, no veáis lo contenta que me ponéis cuando leo vuestra actulizaciones, me hacéis sentir muy cerca de vosotros y por lo tanto me hacéis feliz.
Mil gracias por hacernos transmitirnos lo que sentís vosotros. Os quiero con toda la fureza del Universo.
Pues la verdad de que ya no se puede pedir más...!!! Simplemente deciros que Angkor, me ha dejado Muertaaa !! Creo que es uno de los lugares que más me ha impactado de todos en los que habéis estado, la verdad es que parece que realmente estabais en la peli del libro de la selva....!! Vaya MARAVILLA MAS GRANDE ¡! Bueno y sin olvidar las FOTOGRAFIAS tengo que decir que la mujer metida en el lago es algo inesplicableeee! Os felicito y por hacer de esta aventura una fantasiaaaa!!! Me alegro mucho que estéis tan bien, con tanta energía , y tan felices ¡! Que os Quiero muchoooooo . Y que ya estoy ansiosa de leer la siguiente ¡!! Cuidaros mucho amores miooooo !
ResponderEliminarPD: JUAN LUIS TU POESIAS SON MARAVILLOSAS
Hola, seguimos enganchados a vuestra pagina, Juan solo te falta el sombrero y el latigo de Indiana.
ResponderEliminarOs veo delgados pero felices. Todo fantastico.
Cuidaros os queremos.
Queridos..que buenos sois, en todo,hasta en la fortaleza,no haceis algún día sabatíco?oye que nos teneís agotados, aquí se suele descansar los domingos.....os acordais de eso?.
ResponderEliminarY es que no os dais cuenta ( quiero creer) de lo que nos trasmitís, Fijaros pasais a Camboya en ese medio de trasporte...visitais un lugar maravilloso como Angkor, con todo lo que habeis sacado de hay y me refiero a los conocimientos y toda su cultura, como os habeis empapado de "toito" y lo consideraís "sólo" un turisteo,
yo he encontrado a ese lugar misterioso, Bufff, menudo empolle de dioses y de "to"yo me quedo con Vishnu? el protector.
Y aparte de la oca que se ve en las formidables fotos, donde estan los animales? el oso, el tigre, en definitiva los bichos, o esos bichos diminutos que fueron vuestra pesadilla durante mucho tiempo y ahora no les haceis mención, ya sabeís,mosquitos, arañas y ohhhhh y esa tela de araña? vaya pesadez de tela, que no se ha dejado ver, no se hizo tanto de rogar la mariposa,y es que una es curiosa que le vamos hacer, y lo que eh.. eh.bueno si no se quiere dejar ver, seguiremos leyendo poesía, que es guay, sensitiva, preciosa, ( así las siento yo) yo no leia poesía, que bueno.....
"Los afortunados no necesariamente
tienen lo mejor de lo mejor.
Solo buscan lo mejor de aquello
que encuentran en su camino."
Y vosotros en esto os habeís vuelto unos espertos.Nos vemossssssss, besitos.