Ya desde el avión pudimos verlo. Inmenso, majestuoso, perpetuo, mágico, místico, puro Himalaya. Nuestra mirada se pierde en sus blancas cumbres, y nos imaginamos a sus pies bebiendo de sus aguas, sintiendo la energía de sus minerales y disfrutando de las culturas de sus gentes. Estamos felices, inmersos en un entusiasmo que nos llena y nos completa, por fin llegamos a Nepal.
En los primeros minutos, entre la gestión de la visa, la búsqueda del taxi y esos primeros minutos de circulación, Juanlu y yo nos miramos y sonreímos, no sabíamos muy bien donde estábamos. Los pitidos de los coches, el caótico y bullicioso tráfico. Las velas iluminan los tenderetes, ya que no están encendidas en la zona por la que pasamos las farolas públicas (ya que llegamos con la puesta de sol). Los Sharis de cientos de llamativos colores y brillos, con sus suaves gasas que se ondean con el andar de las mujeres nutriendo el entorno de un color especial. También hay otro tipo de vestimenta que en ese momento no sabemos ubicar (consiste en unas faldas largas con una especie de delantales de rallas).Las caras de las gentes de este país se fusionan por sus diferentes grupos étnicos, desde los que podríamos considerar casi indios, que provienen del sur, hasta rasgos más parecidos a los mongoles, que vienen de sus veneradas montañas. El país es considerado hinduista, pero como os decía está totalmente mezclado con el budismo, y más aún con el mundo tibetano.
Esa misma noche nos dimos un pequeño paseo para investigar lo que el lugar nos ofrecía y quedamos totalmente sorprendidos. Para salir del lugar teníamos que cruzar por medio del monasterio intercambiando saludos con todos los monjes que por el camino nos encontrábamos. El silencio hace que se sienta una calma que acongoja el corazón. Los olores de flores nocturnas contribuyen al éxtasis de todos los sentidos. Caminando por entre los callejones terminamos desembocando en la famosa estupa. Desde ella cuelgan cientos de banderas que ondean al viento, y de fondo podemos escuchar una melodía, de una de las tiendas de música que aún permanece abierta. Nos sentamos en un escalón y observamos el pasar de las pocas personas que todavía están por la calle, y los juegos de los niños que corretean. Es uno de esos momentos que uno no puede fotografiar, y no sólo porque fuera de noche, sino por los muchos sentidos que son cautivados al mismo tiempo. Tan sólo se puede retener mentalmente, y espero haber podido dibujar al menos la silueta.
A la mañana siguiente, tras una primera noche de mantitas (teníamos ganas de un poco de fresquito, que llevamos demasiado tiempo en clima tropical), nos sumergimos en el fluir de las gentes, y para ello nada mejor que ir, de nuevo, hacia la estupa. En el camino las callejuelas se convirtieron en un enjambre de artesanos de todo tipo (orfebres, costureros, talladores, etc, incluso gente pintando los famosos “mandalas” tibetanos, que son una verdadera preciosidad).
Boudhanath Stupa
Rodillos sin paradas, giran
desde primeras horas de la mañana,
las manos de los fieles acarician
su relieves y plegarias.
Un reloj de agujas humanas
marca al segundo la vida
de la stupa de los ojos en llamas
y de palomas en su cúpula erigidas.
Inciensos, sonidos de campanas,
los pasos de quienes peregrinan,
ofrendas florales sagradas,
Budas, Ganeshes y Shivas.
Entre granates y naranjas
se mezclan budistas e hinduistas,
en una mágica estampa
que engancha e hipnotiza.
Nos acercamos por primera vez a la vera de un río y no damos crédito a lo que vemos. Lejos de las aguas claras y cristalinas que nos imaginamos, pensando en lo cerca que están ese surtidor de agua que es el Himalaya, nos encontramos vertederos en ambos lados, con niños jugando entre las basuras, y vacas pastando entre prados de escombros y desechos.
Tras unos días de sosiego por la zona, decidimos adentrarnos en el centro de Katmandú, y es que queremos hacer el trekking por los Annapurnas, el equipo massalero precisa de una puesta a punto, y unas compras de última hora para convertirnos en “massaleros montañeros”.
¡Viajero!
De profesión: ¡Viajero!
aunque nadie me educara para ello.
He ido aprendiendo por el camino
y labrándolo con experiencias que he vivido.
Me han enseñado, me han dado consejos,
he abierto mis ojos sellados por los miedos,
he disfrutado, he llorado y reído
con personajes desconocidos,
que forman ya parte de mis amigos
y en mi mochila llevo dentro.
Por convicción y devoción:¡Viajero!
Hasta la saciedad, empedernido,
nuevo viaje, nuevo reto,
como si en el mundo de los circos
cada atracción fuera un destino
al que llegar por tierra, mar o cielo,
del que me quedo prendado, abducido,
y con el convencimiento pleno
de seguir bebiendo de este veneno.
No nos podemos imaginar lo que estamos a punto de hacer. Tras mucho divagar hemos decido hacer un trekking de unos 20 días, por nuestra cuenta. Nos hemos documentado, y es totalmente posible, pero eso ya os lo iremos narrando conforme se sucedan los acontecimientos. Por ahora tenemos que hacer compras, y para ello nada mejor que el barrio de Thamel. Allí nos dirigimos, allí nos sumergimos.
Por la tarde habíamos quedado con Nicole, una chica que trabaja en la ONU para derechos humanos, con la idea de que nos contara algo sobre el país que estábamos pisando y lo que nos desveló fue más o menos lo que nos esperábamos. El sistema de castas está abolido pero pese a ello lo puede verse cómo socialmente sigue muy vigente. El acceso a la educación en las zonas montañosas y es prácticamente nulo, y un 80% de la población vive dedicada a la agricultura. Tras una abdicación del Rey, los Maoistas están en el poder, creando una nueva constitución para uno de los países más pobres de toda Asia, y las confrontaciones no paran de surgir, haciendo que tras un año aún no se pueda ver nada sobre los cambios que tanto se habían prometido. De hecho en estos días ha habido algunas manifestaciones por la ciudad y amenazan con bloqueos de carreteras, es por ello que no hemos querido espera y nos vamos en cuanto consigamos los permisos para el trekking.
Quedamos con ella en Swayambbunath, una estupa que se eleva sobe un montículo, custodiada por cientos de monos, y que ofrece unas preciosas vistas de la ciudad. Fuegos que eran encendidos como ofrendas, y multitud de gestos y movimientos de la gente que aún a estas horas sigue con sus oraciones que parecen no tener fin. Las frentes de todos ellos siguen llevando los Tikas (ungüento rojizo colocado sobre el tercer ojo, representando a todo lo visto y conocido, así como el más importante chakra).
Los Babas se nos cruzan por el camino, con el naranja de sus vestimentas, y las pinturas en sus caras. Son considerados hombres sagrados en la cultura hinduista y viven de las ofrendas de la gente (algunos de ellos también de hacerse fotos con los turistas). Cuentan multitud de historias de ellos, como que comen carne humana o que son capaces de ponerse en contacto con los dioses.
Como último tema a hacer por la ciudad queríamos visitar una escuela llamada “Peace and Beautiful Children”. En realidad no resultó ser una escuela, sino un proyecto en el que sustentan a niños para que puedan vivir en la ciudad y de esa forma poder recibir una educación, ya que todos ellos provienen de las montañas donde no disponen de escuelas a las que asistir. Es una educación pública, y la asociación les da un lugar donde dormir, ropa, libros y comida. Fue muy interesante ya que pudimos ver como estos niños, que tienen muchos problemas (pensemos que solo ven a sus padre 1 mes al año, es como si vivieran en un internado, pero con tan sólo las mínimas necesidades cubiertas, de hecho no tienen acceso ni a agua caliente para las duchas, y pensar en el frio que hace aquí) para acceder a algo que nosotros ya consideramos como seguro, una educación. Y os podemos asegurar que la motivación que tienen estos críos ni se acerca a la nuestra. Ves como te hablan inglés con tan sólo 9 años, y no das crédito. Están sumamente interesados en aprender cualquier cosa que quieras enseñarles. Te dicen ilusionados que quieren ser médicos, ingenieros o maestros pero a ver donde llega esa motivación ya que en este país no hay universidades.
Y bueno ahora estamos en la habitación del Guest House, ultimando los detalles de la maleta, que necesitamos que pese lo menos posible. Acaba de haber un corte de luz, uno de los numerosos que hay en la ciudad, y estamos a oscuras, con nuestra linternita esperando que este no dure mucho. Nerviosos y deseando poder contaros nuestras experiencias por estas tierras llenas de un algo, que aún no sabemos cómo describiros, pero que esperamos poder contaros en nuestra próxima entrada. Pero chicos, como siempre esto ya es parte de otra historia.
Un fuerte abrazo a todos.
Cris y Juanlu
Massaleros Vuelta al Mundo
En los primeros minutos, entre la gestión de la visa, la búsqueda del taxi y esos primeros minutos de circulación, Juanlu y yo nos miramos y sonreímos, no sabíamos muy bien donde estábamos. Los pitidos de los coches, el caótico y bullicioso tráfico. Las velas iluminan los tenderetes, ya que no están encendidas en la zona por la que pasamos las farolas públicas (ya que llegamos con la puesta de sol). Los Sharis de cientos de llamativos colores y brillos, con sus suaves gasas que se ondean con el andar de las mujeres nutriendo el entorno de un color especial. También hay otro tipo de vestimenta que en ese momento no sabemos ubicar (consiste en unas faldas largas con una especie de delantales de rallas).Las caras de las gentes de este país se fusionan por sus diferentes grupos étnicos, desde los que podríamos considerar casi indios, que provienen del sur, hasta rasgos más parecidos a los mongoles, que vienen de sus veneradas montañas. El país es considerado hinduista, pero como os decía está totalmente mezclado con el budismo, y más aún con el mundo tibetano.
Nuestro primer destino Boudha. Y es que antes de sumergirnos en la caótica y mítica Katmandú quisimos pasar nuestros primeros días en este barrio de las afueras de la ciudad, conocido por ser un barrio de refugiados tibetanos. Allí se encuentran multitud de monasterios budistas, con un deambular constante de monjes estudiantes por todos lados. Pero en realidad la zona es muy conocida por tener la estupa más grande del país. El taxista nos llevó hasta una calle sin salida y nos dijo que continuáramos andando hasta nuestra Guest House. La calle oscura y de nuevo con vacas a nuestro alrededor, parecía que se repitiera la historia de hace unos años en la India. Comenzamos a preguntar cómo llegar, y terminamos siendo conducidos por un monje entre calles tranquilas y con pequeños puestos callejeros, pasando por medio del monasterio Shechen.
Esa misma noche nos dimos un pequeño paseo para investigar lo que el lugar nos ofrecía y quedamos totalmente sorprendidos. Para salir del lugar teníamos que cruzar por medio del monasterio intercambiando saludos con todos los monjes que por el camino nos encontrábamos. El silencio hace que se sienta una calma que acongoja el corazón. Los olores de flores nocturnas contribuyen al éxtasis de todos los sentidos. Caminando por entre los callejones terminamos desembocando en la famosa estupa. Desde ella cuelgan cientos de banderas que ondean al viento, y de fondo podemos escuchar una melodía, de una de las tiendas de música que aún permanece abierta. Nos sentamos en un escalón y observamos el pasar de las pocas personas que todavía están por la calle, y los juegos de los niños que corretean. Es uno de esos momentos que uno no puede fotografiar, y no sólo porque fuera de noche, sino por los muchos sentidos que son cautivados al mismo tiempo. Tan sólo se puede retener mentalmente, y espero haber podido dibujar al menos la silueta.
A la mañana siguiente, tras una primera noche de mantitas (teníamos ganas de un poco de fresquito, que llevamos demasiado tiempo en clima tropical), nos sumergimos en el fluir de las gentes, y para ello nada mejor que ir, de nuevo, hacia la estupa. En el camino las callejuelas se convirtieron en un enjambre de artesanos de todo tipo (orfebres, costureros, talladores, etc, incluso gente pintando los famosos “mandalas” tibetanos, que son una verdadera preciosidad).
Y al llegar a la estupa, un continuo y contante ir de la gente en torno a ella, nos mostraba los rezos y la oraciones de un pueblo con diferentes religiones que se entre mezclan. Me explico. Resulta que ves tanto hinduistas como budistas rezando en el mismo templo. Hay estatua de Buda, de shiva, de Vishnu e incluso ruedas de la vida tibetanas, dentro del mismo templo. También las banderas, de multitud de colores, son tibetanas. Consisten en oraciones escritas sobre las propias banderas, que con el agitar del viento son lanzadas hacia la inmensidad del cielo. Resulta tan maravilloso verlas y sentirlas, como con su movimiento desprenden la energía de la plegaria. Las mujeres de esas vestimentas que ayer no reconocíamos terminaron siendo mujeres tibetanas.
Todos, nepalíes y tibetanos, hinduistas y budistas, llevan una especie de yapas (lo que para nosotros sería un rosario) y según la forma del mismo puedes distinguir su religión o incluso su procedencia étnica. Todos caminan en el sentido de las agujas del reloj y la verdad es que no sabríamos decir ni donde empieza ni donde termina la oración. Nosotros sentados en un primer momento en una esquina observábamos atentos lo que ante nuestros ojos se presentaba.
Boudhanath Stupa
Rodillos sin paradas, giran
desde primeras horas de la mañana,
las manos de los fieles acarician
su relieves y plegarias.
Un reloj de agujas humanas
marca al segundo la vida
de la stupa de los ojos en llamas
y de palomas en su cúpula erigidas.
Inciensos, sonidos de campanas,
los pasos de quienes peregrinan,
ofrendas florales sagradas,
Budas, Ganeshes y Shivas.
Entre granates y naranjas
se mezclan budistas e hinduistas,
en una mágica estampa
que engancha e hipnotiza.
El saludo es “Namaste”, al igual que en la india, y las palmas de las manos se juntan en el momento en el que esta palabra es pronunciada. Nos perdemos de nuevo por sus calles y observamos como las mujeres lavan en las fuentes, donde además se juntan, charlan y bañan a sus hijos. Las banderas siguen ondeando por los tejados de las casas.
Nos acercamos por primera vez a la vera de un río y no damos crédito a lo que vemos. Lejos de las aguas claras y cristalinas que nos imaginamos, pensando en lo cerca que están ese surtidor de agua que es el Himalaya, nos encontramos vertederos en ambos lados, con niños jugando entre las basuras, y vacas pastando entre prados de escombros y desechos.
Tras unos días de sosiego por la zona, decidimos adentrarnos en el centro de Katmandú, y es que queremos hacer el trekking por los Annapurnas, el equipo massalero precisa de una puesta a punto, y unas compras de última hora para convertirnos en “massaleros montañeros”.
¡Viajero!
De profesión: ¡Viajero!
aunque nadie me educara para ello.
He ido aprendiendo por el camino
y labrándolo con experiencias que he vivido.
Me han enseñado, me han dado consejos,
he abierto mis ojos sellados por los miedos,
he disfrutado, he llorado y reído
con personajes desconocidos,
que forman ya parte de mis amigos
y en mi mochila llevo dentro.
Por convicción y devoción:¡Viajero!
Hasta la saciedad, empedernido,
nuevo viaje, nuevo reto,
como si en el mundo de los circos
cada atracción fuera un destino
al que llegar por tierra, mar o cielo,
del que me quedo prendado, abducido,
y con el convencimiento pleno
de seguir bebiendo de este veneno.
No nos podemos imaginar lo que estamos a punto de hacer. Tras mucho divagar hemos decido hacer un trekking de unos 20 días, por nuestra cuenta. Nos hemos documentado, y es totalmente posible, pero eso ya os lo iremos narrando conforme se sucedan los acontecimientos. Por ahora tenemos que hacer compras, y para ello nada mejor que el barrio de Thamel. Allí nos dirigimos, allí nos sumergimos.
Es un barrio totalmente hecho para los turistas, que desde aquí parten hacia cualquier punto del país. Hay tiendas de montañeros super baratas por todos lados (claro que las calidades también dejan mucho que desear, así que hay que recorres una tras otra, hasta encontrar lo que se busca). El bullicio es total, es una extraña y jaleosa mezcla.
Por la tarde habíamos quedado con Nicole, una chica que trabaja en la ONU para derechos humanos, con la idea de que nos contara algo sobre el país que estábamos pisando y lo que nos desveló fue más o menos lo que nos esperábamos. El sistema de castas está abolido pero pese a ello lo puede verse cómo socialmente sigue muy vigente. El acceso a la educación en las zonas montañosas y es prácticamente nulo, y un 80% de la población vive dedicada a la agricultura. Tras una abdicación del Rey, los Maoistas están en el poder, creando una nueva constitución para uno de los países más pobres de toda Asia, y las confrontaciones no paran de surgir, haciendo que tras un año aún no se pueda ver nada sobre los cambios que tanto se habían prometido. De hecho en estos días ha habido algunas manifestaciones por la ciudad y amenazan con bloqueos de carreteras, es por ello que no hemos querido espera y nos vamos en cuanto consigamos los permisos para el trekking.
Quedamos con ella en Swayambbunath, una estupa que se eleva sobe un montículo, custodiada por cientos de monos, y que ofrece unas preciosas vistas de la ciudad. Fuegos que eran encendidos como ofrendas, y multitud de gestos y movimientos de la gente que aún a estas horas sigue con sus oraciones que parecen no tener fin. Las frentes de todos ellos siguen llevando los Tikas (ungüento rojizo colocado sobre el tercer ojo, representando a todo lo visto y conocido, así como el más importante chakra).
Mientras tanto nos sumergimos por la ciudad y de nuevo nos desubicamos para de nuevo encontrarnos. Es maravilloso esto de que las cosas que nos encontramos, pese a todo lo pasado, aún nos sorprendan. Bajamos hacia la plaza Durbar, siendo el camino un sinfín de pequeñas tiendas, donde no caben más que un par de personas vendiendo todo lo que podamos imaginar. Desde especias, mantas, joyas, sharis, frutas o verduras a todo tipo de utensilios del hogar.
Los Babas se nos cruzan por el camino, con el naranja de sus vestimentas, y las pinturas en sus caras. Son considerados hombres sagrados en la cultura hinduista y viven de las ofrendas de la gente (algunos de ellos también de hacerse fotos con los turistas). Cuentan multitud de historias de ellos, como que comen carne humana o que son capaces de ponerse en contacto con los dioses.
Como último tema a hacer por la ciudad queríamos visitar una escuela llamada “Peace and Beautiful Children”. En realidad no resultó ser una escuela, sino un proyecto en el que sustentan a niños para que puedan vivir en la ciudad y de esa forma poder recibir una educación, ya que todos ellos provienen de las montañas donde no disponen de escuelas a las que asistir. Es una educación pública, y la asociación les da un lugar donde dormir, ropa, libros y comida. Fue muy interesante ya que pudimos ver como estos niños, que tienen muchos problemas (pensemos que solo ven a sus padre 1 mes al año, es como si vivieran en un internado, pero con tan sólo las mínimas necesidades cubiertas, de hecho no tienen acceso ni a agua caliente para las duchas, y pensar en el frio que hace aquí) para acceder a algo que nosotros ya consideramos como seguro, una educación. Y os podemos asegurar que la motivación que tienen estos críos ni se acerca a la nuestra. Ves como te hablan inglés con tan sólo 9 años, y no das crédito. Están sumamente interesados en aprender cualquier cosa que quieras enseñarles. Te dicen ilusionados que quieren ser médicos, ingenieros o maestros pero a ver donde llega esa motivación ya que en este país no hay universidades.
Y bueno ahora estamos en la habitación del Guest House, ultimando los detalles de la maleta, que necesitamos que pese lo menos posible. Acaba de haber un corte de luz, uno de los numerosos que hay en la ciudad, y estamos a oscuras, con nuestra linternita esperando que este no dure mucho. Nerviosos y deseando poder contaros nuestras experiencias por estas tierras llenas de un algo, que aún no sabemos cómo describiros, pero que esperamos poder contaros en nuestra próxima entrada. Pero chicos, como siempre esto ya es parte de otra historia.
Un fuerte abrazo a todos.
Cris y Juanlu
Massaleros Vuelta al Mundo
¡Viajero!! Viajeraaa!!!
ResponderEliminarUn nuevo mundo, fascinante de nuevo, siempre bueno, siempre nuevo.. cuidado podéis caer en la monotonía, menos mal que ya mismo estáis de vuelta y habrá pasado lo peor (que poco convincente ma quedao!! :o)
De profesión viajero.. que maravilla no!? Este poema tiene garra Juanluí !! Sentencioso!! Es vuestro estado de ánimo, ya convencidos y devotos hasta la médula!!!!!?
Nunca he sido idólatra pero estoy empezando a sucumbir, no hay tu tía.. estoy asistiendo al nacimiento de mis primeros ídolos, llevadme de trekking por las montañas nepalíes, puedo ser porteador o vuestro pequeño saltamontes!! Comeré hierba!!
Acojonantee!! La energía ni se crea ni se destruye.. la guardais vosotros a cara de perro, mamonesss!!!!
Veneno!!
Quiero VENENOOOOOO!!
PD: Hoy al asomarme os he visto por dentro..
Chicos, de nuevo me habéis hecho sentir vuestra gran vitalidad y energía, no se, si esta vez el lugar tan sagrado y enigmático tiene ver algo con esa conexión, creo que sí.
ResponderEliminarConque viajero eh!,vaya, vaya con éste Juanlu, no para de sorprenderme, aunque sabes, en el fondo todos llevamos algo de ese "viajero" dentro. La verdad no he visto mayor descripción de como os estáis sintiendo, tan llenos de ese mágico VENENO, veneno del cual también nosotros bebemos, pero no en la misma medida, nosotros a tragos cortitos y vosotros a grandes buches.
Que maravillosa despedida vais a tener de ese Continente, me gustaría respirar el aire y tocar con mis dedos esa preciosa montaña, que ya desde el avión os estaba enseñando su gran poder.
Cuídaros mucho que ya queda poquito para vernos y os quiero ver tal y como os estoy sintiendo.
¡AUPA EQUIPO MASSALEROS MONTAÑEROS! Os quiero con toda mi alma.
Otro pais, otra gente, pero sigue habiendo algo en comun: "VOSOTROS" con vuestro espiruto que contagias las ganas de ir a sumergirse a esos otros mundos, otras culturas, hasta a mi misma y mira que me gusta poco viajar. Pero me sirvis para enteder que con vuestros viajes lo que haceis es intecambiar vuestras vivencias con el mundo entero haciendo la vida mas grata a gente que en verdad lo esta pasando mal y no con dinero sino con cariño y amor.
ResponderEliminarOs quiero muchisimo y no solo por quienes sois si no por lo que sois y me siento orgullosa de formar parte de ello aunque sea en una minima parte.
Lo unico que deseo es que hagais esi treking o como se llame y sepamos pronto de vosotros un beso de parte de todos y ya estamos contando los dias para poder achucharos chao.
Vuestros relatos son sencillamente estremecedores.
ResponderEliminarYo que os sigo desde el principio, desde el comienzo de vuestro proyecto juntos, quiero deciros que vuestras palabras, vuestras imágenes, vuestra poesía y vosotros mismos habéis ido superándoos día a día en este viaje.
Cada vez más fuerza, y más y más. Nos habéis demostrado que no tenéis límite, que no existen límites, que sólo existe la fuerza que cada uno lleva dentro, y vosotros con vuestra fuerza y vuestras vivencias nos despertáis, y nos sacáis de la rutina de nuestras vidas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, solo deciros que, Yo quiero ser VIAJERAAAAAAAAA de profesión!!!! ! No tenéis guasa ustedes!!!
ResponderEliminarAnte todo, 1º deciros que estamos aquí con Blanquita de nuevo!!!! Que nos ha encantado verla y tenerla aquí con nosotros contándonos millones de aventuras Tailandesas y no tailandesas jijij !!Va a pasar con nosotros una semanita que por suerte coincide con su cumple y Ya tenemos organizado por todo lo alto la “Fiestarron” que le vamos hacer…..!!
En 2º lugar, deciros que aquí la Ciudad ya tiene los adornos de Navidad puesto, que el Corte Ingles ya vende Polvorones y que yo cada vez estoy mas contenta porque , prácticamente queda un telediario , para que estéis de nuevo aquí con nosotrosssss ¡!!JAJAJAJAJA ( risa un poco maligna)
Bueno y ya centrándome en lo que me tengo que centrar , comentaros que con nada mas ver la primera foto que hicisteis desde el Avión , me quede Patidifusa , se lo comente a Blanquita y le dije que como narices habéis podido sacar esa Potasa desde un ventanuco del Avión !
Y creo que ya se como lo habéis hecho, yéndoos al mismísimo Paraíso en el que estáis, estoy segura que ponga donde te pongas, y nos es por desprestigiar vuestro talento de fotográfico, en ese lugar no es difícil captar autenticas Maravillas!!!! Me da mucha alegría que estéis, con tanta energía y con tanta alegría por que gracia a ella nosotros nos sentimos también, felices y enérgicos y podemos sentir con ustedes momentos indescriptibles…!!! Os quiero al morís y únicamente os pido que Disfrutéis lo máximo posibleeee!!! ;)))))))
Mari...Salerossssssss!!!!
ResponderEliminarjejeje!!! Q jaleo de vida esta... Aventuras y aventuras...las del himalaya, las de nuestras cabezas, las de los otros, esto es un lio mu grande, como diría la agüela...Os quiero y m encanta leeros... pero yo quieros contaros tb y no en la vidainternautapublica... Así q venirse ya pa ka!!! Q ya esta bien!!!
Q no, q no... q ya recuperaremos estos momentos de lejania y q os queda ná..asi q ha disfrutar de este regalo q la vida os ha permitido vivir y q a to los q estamos por aki nos llega...
os quiero
pero quiero contaros tb, jejeje!
Queridos niños viajeros y muy viajados,
ResponderEliminarSe le podría poner más abjetivos al Himalaya, pero los ya dichos están bien,que éste se porte como es debido, y os haga unos honores dignos de tales viajeros,que os de calorcito y un buen cobijo, buen tiempo,que os de motivos para sorprenderos, que esa capacidad,no la habéis perdido, y espero nunca la perdaís, osea que yo os deseo que esteís con la boca abierta siempre,bien por asombro, sonrisa o carcajada,esto creo yo es algo bueno.
Como bueno es la "rutina" donde nos habeís llevado, con comentarios, poesías y fotos, que tanto dicen.....y las que no te dicen, te dejan meditando, y ya llevamos una temporada de encontrarnos en paises muy "meditabundos" hablo de la foto del espejo, con un buen marco y luces y sombras y el personaje Isan PRECIOSA foto.....
"Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario,pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas o cerrando capítulos.
Lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que se van terminando."
Haciendo terapia con Coelho,que os quiero un montón............
Se esta haciendo larga la espera de la nueva historia, estamos deseando conocer como es esa parte del mundo, porque vista por vuestros ojos es mas autentica, natural y en directo, tiene menos preparativos.
ResponderEliminarComo siempre FANTASTICO.
Os queremos, cuidaros, amaros y ser igual de felices que nos estais haciendo a nosotros.
Hola cariñitos;
ResponderEliminarQue cantidad recuerdos de la India me han llegado mientras os he estado leyendo.Una gran explosión de bonitas sensaciones ha estallado de golpe en mi interior.
Y si es que con cada nueva actualización que colgais es dificil para los massaleros que estamos a este lado de la pantalla no caer en la repetición, pero que puedo hacer si cada vez que os leo siempre me sale daros las gracias por este regalo que semanalmente nos haceis, que me muero de ganas por estar ahí con vosotros y formar parte de ese trekking a través de esos espectaculares entornos, que aunque esta vez sólo salgais en una foto cada uno se os sigue viendo tan felices !!!!!!!!!!!. Y también esa felicidad que emanais se os intuye en cada una de vuestras palabras, con cada rima, en cada comentario .... Me alegro mucho de que formeis parte de mi vida!!!!
Sólo una cosa más antes de despedirme. Juan, viajero es una de los mejores poemas que he leido nunca. Me ha encantao!!!!!!!!!
Bueno massaleros, cuidaros mucho y disfrutar de esos lugares y recordar:
" Sab kuch milega "
Os quiero.
Jandro
PD: Cris, me encanta esa cara niña pilla que tienes en la foto