Y de nuevo un viaje a otro mundo, a otro tiempo. Aparecen las chilabas, y los velos que cubren caras y mejillas. Los pañuelos a cuadros que tapan cabezas y ese sonido tan peculiar que sale desde los minaretes en forma de rezos. Hemos llegado a Amán. Aterrizamos bien temprano en la mañana y no quisimos perder ni un segundo para sumergirnos en sus calles y perdernos entre sus olores. No habíamos andado ni 10 metros cuando un señor nos paró para saludarnos, preguntarnos de dónde éramos y ofrecernos su ayuda para ubicarnos en la ciudad. No era un guía encubierto ni nadie que quisiera nada a cambio, sino que buscaba un rato de charla, algo que más adelante veríamos que era muy habitual en este país, Jordania.
Las calles estaban más bien desiertas ya que estábamos en Aïd el-Adha , una celebración musulmana (dos meses y 10 días después de finalizar el Ramadán, y que conmemora el sacrificio de Abraham) en la que la familia se reúne para comer, por supuesto cordero. Paseando, terminamos en la “Ciudadela”, que se eleva sobre una de las múltiples colinas que tiene la ciudad, y desde allí contemplamos dónde nos encontrábamos. A nuestro alrededor multitud de casas de color crema, del mismo color de las piedras que hay por la zona, y minaretes. Muchos minaretes, que con sus llamadas al rezo dan vida a la ciudad. Al norte, la bandera jordana se erguía presumiendo de ser la que se iza más alta del mundo (o por lo menos eso fue lo que un guarda nos contó).
Una parada para repostar fuerzas nos llevó hasta un mítico lugar en el que no hay plato para elegir, únicamente Humus y Full (una especie de potaje a base de garbanzos y habas) que hacen las delicias de los que allí se reúnen. Al calor del sol que tímidamente nos iluminaba, nos deleitamos con tan suculentos y baratos platos. Y de nuevo la amabilidad de este pueblo se manifestaba a raudales entre los camareros y cualquiera que con nosotros se cruzara.
Continuamos nuestro paseo, parecía que la ciudad comenzaba a animarse y a llenarse de puestos callejeros. Las mujeres, en su mayoría completamente cubiertas desde la cabeza hasta los tobillos, y los hombres, muchos de ellos, con los pañuelos blancos y rojos (que son representativos tanto de los jordanos como de los palestinos, dos pueblos que tienen mucho en común, a parte de los pañuelos y las banderas, estas últimas prácticamente idénticas). Hay un importante porcentaje de la población palestina que emigró al vecino país, en diferentes momentos del conflicto con Israel. También hay mucho inmigrante proveniente de Irak. En suma, todo ello, no hace más que crear tensiones, ya que en Jordania hay un importante problema de abastecimiento de agua, lo cual se agrava por la entrada de más gente en el país. Por otro lado, los palestinos ocupan muy buenas posiciones sociales, muchos son prósperos comerciantes, lejos de la imagen que podamos tener de ellos. Por supuesto todo esto, junto con otros muchos motivos, incrementan las tensiones.
En las puertas de multitud de locales las Shishas son las protagonistas, haciendo de ellas un acto social entre los hombres. A las mujeres se las ve comprando, pero no en gran número. La mayoría de los que nos cruzamos son hombres, y son ellos los que están en mercados y tiendas, y en bares fumando shisha.
Llegamos hasta la mezquita de Al-Husseini. En su puerta un señor nos invita a entrar. Bueno, mejor dicho, invitó a Juanlu, ya que según sus propias palabras las mujeres distraen la atención de los hombres en el rezo “si una mujer pasa por allí el hombre puede dejar de pensar en Dios para pensar en la mujer, y es por eso por lo que las mujeres rezan en otro lado”. Total, que nos quedó muy claro cómo funcionaba el tema allí, con tan genuina forma de enfocar las cosas. Estamos en un país árabe, y esto se nota en cientos de detalles, no sólo por sus atuendos, o por la abundancia de hombres en las calles, o la escasez de mujeres en ellas. Tenemos también los maravillosos pasteles, que en esta cultura están tan valorados por lo golosos que son. Éstos son de pequeño tamaño y muy dulces. Las perfumerías son muy abundantes, pero lejos de nuestros estantes con marcas, aquí el perfume es casero. Con cientos de esencias metidas en frascos de cristal, el dependiente crea la esencia en el acto, canela, azahar, rosas, pomelo,… o cualquiera que sea el olor que se te ocurra, aquí lo tienen disponible.
Por la noche no quisimos perdernos el encuentro esperado, el partido de futbol Barcelona-Real Madrid. Y para ello nos fuimos a un salón de té, en donde por supuesto no se servía ni una sola bebida alcohólica, pero eso sí, no paraban de salir Shishas de múltiples sabores. Era la única mujer en el lugar, y todos se agolpaban sobre alguna de las tres televisiones que había. Nos convertimos, junto con el partido, en el centro de atención. La forma en la que celebraban la entrada de los jugadores en el campo, así como cualquiera de las jugadas, nos hacían recordar estar en un bareto de cualquier ciudad española (salvo porque no nos podíamos pedir una cervecita o un deseado tinto de verano).
Decidimos que antes de seguir sumergiéndonos en Jordania haríamos una incursión a tierras Palestinas. Y aquí comienza el dilema y la confusión. Resulta que para entrar en tierras palestinas, en concreto en Cisjordania, como están ocupadas por Israel, tenemos que pasar la frontera de este país. Aunque, como os decimos, técnicamente no estábamos entrando en el mismo. Nuestro primer destino, Jerusalén, que es capital tanto de Israel como de Palestina, aunque ninguno de los estados (porque no sé si llamarlos países) tienen sus ministerios o entidades gubernamentales en la citada ciudad. La verdad es que antes de entrar, quisimos documentarnos algo sobre la realidad histórica del lugar con idea de tener una visión más clara de a dónde estábamos yendo, y no quedarnos en una simple visita monumental. Ya que ese, como ya sabéis, no es nuestro estilo.
La situación es que visitaríamos Cisjordania, que pertenece a los territorios palestinos ocupados por Israel desde los años 60. También llamados la “West Bank”. La controversia existente en la zona es grandísima y proviene desde los años cuarenta. En la primera guerra mundial, Inglaterra y Francia se aliaron con los árabes para derrocar al imperio Otomano, objetivo que consiguieron. Tras este apoyo, el acuerdo firmado, era el de crear un estado árabe que acaparara todos estos territorios que durante tanto tiempo habían estado bajo el imperio turco, pero lejos de ello, por detrás había un acuerdo entre Francia e Inglaterra, en el que se repartían los territorios, sin ningún tipo de contemplación. Antes del final del mandato Inglés en la zona de la actual Israel, Palestina y Jordania, se llevó a cabo la aprobación de un acuerdo por parte de las Naciones Unidas en el que establecía la creación de dos estados, en la zona de la llamada Cisjordania (al otro lado del río Jordán se encuentra la actual Jordania que estaría fuera de toda problemática). El estado de Israel y el de Palestina. Pero si observamos los países que participaron en dicha aprobación, y quienes votaron el sí y el no, veremos cómo ni un solo país árabe aprobó tal acuerdo. Y ahí da comienzo el llamado “Conflicto” de la zona, por supuesto, llevado al radicalismo por parte de los palestinos de la mano de Hamás (y haciendo lo que quieren por el otro, el jovencísimo Israel). En el año 2003 comenzó la construcción de un muro que separaría la zona Palestina de la Israelí. El Muro de la Vergüenza.
Llegamos a la frontera Israelí, de nuevo reiteramos que entrábamos por territorios palestinos, y la cola de gente era abrumadora. Nos llamó la atención que un señor llevaba tres bidones de unos 10 litros cada uno, de un líquido que bien parecía agua, y que tras preguntarle, nos verificó que se trataba de agua potable, ya que en su zona tienen problemas de abastecimiento. Ya con esto no sabíamos muy bien qué pensar. He de decir que durante este viaje (nuestra vuelta al mundo) nos hemos encontrado multitud de gente de Israel viajando. Resulta que tanto hombres como mujeres están obligados a cumplir el servicio militar (3 años para los chicos y 2 para las chicas). Es totalmente obligatorio, penado con cárcel en caso de negativa. Tras el mismo la gente suele viajar antes de comenzar los estudios. Es por ello que en nuestro periplo nos hemos encontrado a tantos. Con ellos hemos tenido algunas conversaciones en cuanto a la situación en su país, y todos nos apuntaban a lo seguro que es, y que árabes y judíos viven en armonía en Israel, cosa que no encaja para nada con lo que las noticias nos plantan en cuanto se habla del conflicto. Es por ello, por lo que queríamos entrar y ver de primera mano lo que allí estaba ocurriendo.
Total que perplejos continuamos en la cola para entrar en el país. Y comenzamos a ver como todos y cada uno de los trabajadores de la frontera eran jóvenes que en ningún caso sobrepasaban los 30 años. Por supuesto armados hasta los dientes. Algunos de los que nos acompañaban empiezan a tener problemas y los interrogatorios de por qué entras en su país, y qué vas a visitar se hacen más intensos aún. El bombardeo a preguntas es interminable, te miran el pasaporte de arriba abajo, para comprobar dónde has estado y preguntarte el porqué, y tras esto más preguntas. Le pedimos que no nos pusieran el sello de entrada en el pasaporte (ya que de ser así la entrada en la mayoría de los países árabes la tendríamos prohibida). Nosotros, no tuvimos ningún tipo de problema. La amabilidad y la simpatía por parte de los israelitas es algo que es una garantía, pese a que el procedimiento que tengan sea muy tedioso y que las armas estén por todos lados.
Nos montamos en un bus que nos llevaría desde allí hasta Jerusalén, atravesando el valle de Jericó, con unas maravillosas vistas de un blanco desierto que casi deslumbra. De nuevo otro control nos lleva a tener que bajarnos del bus y de nuevo enseñar los pasaportes. Aquí no te puedes plantear salir sin documentación ya que los controles son en cualquier momento o en cualquier lugar, sea territorio Palestino o Israelita. Y es que, aunque haya un gobierno palestino, el territorio está bajo el control de Israel. Es decir, se trata de un territorio ocupado, lo mires por donde lo mires, ya que militares israelís están por cualquier punto en las carreteras.
Por fin estamos ante la ciudad de Jerusalén, eterna y Santa donde las haya. Desde la puerta de Damasco, emocionados por encontrarnos en tan épico lugar, procedemos a sumergirnos por las laberínticas y ajetreadas calles de la ciudad antigua. Totalmente hecha en piedra blanca, parece que reluciera. El ajetreo es intenso y los comercios te seducen con cualquier tipo de artilugio, prenda o comida. Nosotros, con nuestras mochilas cargadas nos disponemos a buscar el hostel en el que hospedarnos. Y lo encontramos, su nombre Citadel, y desde su azotea podíamos ver toda la ciudad. Resulta que ésta, está dividida en cuatro barrios, el de los judíos, los cristianos, los musulmanes y los armenios.
Todos dentro de los muros de la ciudad antigua, en no más de un kilometro cuadrado, donde se encuentran los lugares santos de las cuatro religiones (los armenios pueden considerarse una parte de los cristianos también). El santo sepulcro, el muro de las lamentaciones, la mezquita de Aqsa o la primera iglesia… se encuentran en este mismo lugar, y justo enfrente, el mítico monte de los Olivos (que de nuevo vuelve a tener un místico significado). De hecho la separación entre estas religiones, que actualmente distan tanto, no es más que para los cristianos Jesús es el mesías, para los musulmanes Mahoma es el gran profeta, aceptando igualmente a Jesús como uno de los mensajeros, y por último los judíos que consideran que el mesías todavía no ha llegado. Todos ellos aceptan el antiguo testamento y por tanto a Adán, Moisés, Noé, Abraham, etc. No deja de ser curioso esto de las religiones.
Una energía especial se puede sentir en sus calles o en cualquiera de sus esquinas. Ves pasar a todo tipo de gente. Desde una procesión por la vía dolorosa con cruces en las manos, a ortodoxos judíos con sus extraños atuendos, o un sinfín de gentes que no sabríamos ponerles nombres, con sombreros negros, largas barbas y patillas hechas tirabuzones.
De entre los personajes que nos cruzamos, una pareja de Suiza que peregrinó andando desde Estambul hasta esta santa tierra, o mujeres indias que viviendo en Arabia Saudí, venían aquí a visitar los lugares santos del cristianismo. Todo te lo puedes encontrar en estas calles. Y cómo no, controles militares israelitas.
Hubo una cosa que nos llamó enormemente la atención. Vimos cómo de repente llegaban unas 50 niñas (y decimos niñas porque su edad no sobrepasaba los 18 años) vestidas de militares y con mochilas como si vinieran de la escuela, cargadas con metralletas como si del bolso se tratara. Con los móviles en la mano, algunas pintadas, y todas se disponían a adentrarse en la ciudad. Las podías ver haciendo cola para pedirse un helado o simplemente comiendo en una de las terrazas. Pero eso sí, no se separaban de su arma.
De aquí partimos hacia la ciudad de Bethelen (Belén) separada de Jerusalén por unos kilómetros y por el controvertido muro. Era la primera vez que lo cruzaríamos. El autobús nos dejó en un punto en el que a pie nos adentramos en un edificio en el que había un Check Point. Podríamos decir que era como una cárcel (nunca he estado en una pero desde luego es lo más parecido que he visto). De nuevo entrega de pasaportes y preguntas de a dónde vas y por qué. Pasamos el muro y al otro lado llamaba la atención los grafitis que sobre tan absurda estructura se erguían. Frases en contra del muro se dibujaban y gritaban en forma artística por la igualdad y el respeto. Por la búsqueda de soluciones pacíficas. Resultaba maravilloso perderse entre tanta manifestación ciudadana y humana hecha arte.
Muro de la Vergüenza
Vergüenza,
mucha vergüenza,
el muro se lamenta,
se avergüenza
de haber nacido.
Las miradas atentas
de quienes atraviesan
sus puertas
condenadas al peligro.
Vergüenza,
Muro de la Vergüenza,
paredes de tormenta,
sus poros sueñan
En Bethelen, por supuesto, la visita a la iglesia de la Natividad fue una cita obligada, en donde pudimos ver el santo lugar en el que Cristo nació (curioso estar aquí en el mes de Diciembre, os podemos asegurar que el frío vuelve a ser el protagonista).
Partimos acompañados por Adam y Luke (australianos), y Stefanie y Franzisha (alemanas), hacia Hebrón. Este lugar está muy recomendado para aquel que quiera ver de cerca la situación que crea el conflicto. Se trata de una ciudad que pertenece al territorio palestino pero con multitud de familias judías que hacen separar la ciudad en dos partes. Está custodiada por militares israelitas, haciendo que el paso desde un lado de la ciudad al otro sea imposible para sus ciudadanos (en el lado israelita se encuentra un cementerio musulmán que ahora no puede ser visitado por sus ciudadanos).
En las azoteas de las casas hay puestos militares que vigilan desde lo alto. Los soldados se ofrecen a hacerse fotos con los pocos extranjeros que por allí estábamos, y en esas fotos, por supuesto, las armas salen en un primer plano (realmente vergonzoso).
En uno de los puestos (el de la entrada a la mezquita, sorprendente) nos encontramos con un Colombiano que se alegró de tener a unos de habla hispana por allí (en Israel, hay gente de multitud de nacionalidades, etíopes, sudamericanos, rusos, marroquíes, y es que con tan sólo demostrar que eres judío, o tienes familia judía, te dan la nacionalidad). Éste nos contaba un caso de hacía cuatro meses en el que había resultado muerto un chico que se acercó a un puesto de control corriendo y gritando, lo que los musulmanes gritan cuando van a embolarse. El soldado Israelí que se encontraba en el puesto, disparó, matando al muchacho. Al final resultó no tener nada. Su conclusión al respecto era que muchos que quieren suicidarse, así lo hacen. La verdad es que para poder sacar una conclusión de esta historia tendríamos que hablar con alguien del otro lado.
Y fue al otro lado donde unos chavales nos llevaron a la terraza de una casa en la que hace poco entró un coctel molotov que terminó matando a dos niñas que había en un cuarto. Esto me lo contaba la hermana de una de las víctimas, mientras nos enseñaba los restos del fuego. A su espalda podíamos divisar a unos de los militares en el puesto de control mirando hacia donde nos encontrábamos.
Consternados, salimos del lugar, sin palabras para poder describir la sensación tan fuerte que debe tener la gente de un pueblo tan dividido por la muerte y el odio entre sus vecinos. Al día siguiente visitamos Ramalah, acompañados de los australianos y las alemanas y de Joakim, un sueco que se unió al grupo. Las chicas alemanas habían quedado con Lama y Rula, dos jóvenes ingenieras palestinas que trabajan en los campos de refugiados, y quienes nos siguieron contando detalles de la situación de los refugiados dentro de su propio país. Para culminar no quisimos perdernos la oportunidad de visitar la sede de Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP) (la organización con la que hice el curso de cooperación en Honduras) que trabaja muy intensamente en la zona con temas sobre todo de abastecimiento de aguas y reconstrucción de centros médicos. De nuevo los datos que nos daban eran totalmente desalentadores. Y es que la resolución de este conflicto se presenta realmente complicada, y las consecuencias del mismo están dañando a multitud de familias. A personas tan reales como cualquiera de nosotros.
Fronteras
Levantan muros,
imponen barreras,
crean banderas,
separan pueblos,
matan ideas.
Absurdas,
burdas,
rudas fronteras.
Fronteras de mierda.
¿Quién las inventa?
Conjuran necios,
negocios oscuros,
límites de tierras.
Ríos, montañas, surcos,
cordilleras,
mares, desiertos, cercas,
murallas, alambradas,
líneas rectas.
Repugnan,
insultan
al amor en la Tierra.
Ridículas fronteras,
¿Quién las inventa?
Imbéciles genios
diseñan el mundo,
un mundo de mierda.
Antes de abandonar este país, y a modo de ser realmente objetivos con todo lo que hemos sentido y vivido en tan pocos e intensos días, hemos de decir que nuestras relaciones con todos y cada uno de los israelitas que nos hemos encontrado han sido maravillosas. Alegres y dicharacheros, pero eso sí, un poco chovinistas. Nos contaron el caso de movimientos pacifistas dentro de Israel en contra del servicio militar, la ocupación y el muro. Salimos de esta zona totalmente consternados, y sin ver algo de luz en tan complicada situación, dispuestos de nuevo a sumergirnos en la realidad Jordana, pero chicos de nuevo esto será parte de otra historia.
Un abrazo enorme a todos los massaler@s.
Cristina y Juanlu
Massaleros Vuelta al Mundo
Alucinada por tan gran comentario sobre Oriente Medio. Algo sabíamos de la sitiación del país, pero esa realidad con la que nos habéis relatado hace que nos acerquemos mucho más a ese maravilloso lugar.
ResponderEliminarComo bien decís, malditas fronteras, que hacen empobrecer lo más sagrado que el ser humano posee, su libertad. Lo que hacen es crear más discordia y problemas, incluso dónde no las hay.
Me da mucho sentimiento ver que un lugar tan Sagrado tenga que estar tan separado, aunque como ya habéis visto conviven 3 religiones y mil que hubieran, es simple, si el ser humano quiere puede, pero el poder empobrece al pobre y enriquece al poderoso. Ha pasdo, pasa y pasará.
Pero me quedo con lo que le inculco a mis alumnos, lo más grande que poseen los humanos es la grandeza de amar, así que mis queridos, sigamos amando.
Me ha emocionado esta nueva actualización. Sois grandes, muy grandes. Os quiero.
Madre mia chicos...son tantas vivencias en tan poco tiempo que si nosotros todavia estamos reponiendonos de nuestro viaje imaginaros vosotros...que envidia!!.Y ya estais al final del viaje o el principio de otra gran aventura, pq quiza estas experiencias os den fuerza para continuar con vuestros sueños despues de tan bonita experiencia.
ResponderEliminarSi Atrapa tu sueño nos encandiló vuestro diario nos está fasciando. Juanlu y yo ya hemos decidido nuestro proximo viaje y sin duda será Asia, así que nuestro manual de referencia será vuestras historias vividas.Ya os contaremos pq Chicos cuando esteis en España y despues de un tiempo con vuestras familias, amigos y vosostros mismos nos encantaróa veros y que nos conteis mil historias mas.
Aprovechad los últimos días, horas, minutos, segundos de esa libertad, de ese contacto tan profundo con la gente... Seguid saboreando de vuestro viaje pq pronto será la mejor aventura vivida que hayais podido tener, aunque por supuesto habrán otras.
Un beso muy fuerte y cuidaros mucho.
Ana y Juanlu.
Una pareja de verdaderos viajeros se perdieron hace casi un agno por el mundo con la intencion de conocer de primera mano y ensegnar a quien quiera ver, realmente, lo que a nadie le interesa mostrar al resto del mundo. A la vez han sabido alegrar los corazones de todos los que han visitado y conocido en su viaje con su alegria, gracia y salero. Despertandonos a todos la voluntad de conocer mas a fondo a todos nuestros vecinos del resto del mundo y necesidad de visitarlos cuanto antes, de llegar a aquellos sitios para conocerlos tal como lo han hecho ellos, antes de que el poder destructivo del negocio del turismo acabe con la hospitalidad de estos lugares hacia el viajero.
ResponderEliminarLa alegria y pasion en las fotos y comentarios de Cris junto con la hermandad y calma de Juanlu en su repaso de los textos y poesia, hacen un yin/yan dificil de superar por los siglos de los siglos y amen.
Esto se os acaba, si, pero como me han dicho a mi igualmente hace poco, el fin de una aventura significa el comienzo de otra nueva. Y yo me siento tremendamente afotunado de sentirme participe en mayor o menor medida de esta vuestra y quien sabe si tambien en la proxima.
Ya sabeis que os espero en Madrid con unas cagnas bien fresquitas.
Muchos besos.
Roberto.
Hola Chicos, me encanta su blog y me gusto mucho que vayan al Oriente Medio, pero si les falto visitar las ciudades de Israel (Tel Aviv, Haifa, Eilat) para poder ver como viven en verdad. Jerusalem es una ciudad muy conflictiva en donde no se puede apreciar nada mas que separacion..
ResponderEliminarsigan disfrutando.
Eitan(Mexico)
Hola Massaleros!!!
ResponderEliminarA mí también me ha encantado vuestros comentarios y las vivencias que nos mostráis sobre Oriente Próximo.
Me han gustado muchísimo las palabras con que acabasteis vuestro comentario de hoy. Sobre como vuestra objetividad os dice que la relación con cada uno de los israelitas que os habéis encontrado ha sido maravillosa. Y es que todos somos seres humanos forjados de la misma esencia. Por más que algunos se esfuercen, el hecho de que palestinos y judíos vivan bajo los colores de distintas banderas o dentro de los límites de unas fronteras antaño dibujadas por un colonialismo que se resistía a perder su hegemonía y poder, no puede impedir que veamos la común identidad de cada uno de los seres humanos que pueblan ese lugar. En este caso el bosque no debe impedirnos ver cada uno de esos árboles; las distintas banderas no deberían impedirnos ver las semejanzas entre los seres. Entonces nos daremos cuenta de que todos son seres humanos como nosotros, invadidos por las mismas sensaciones que a nosotros nos pueden invadir, sólo que pintadas de distintos colores. Si somos conscientes de eso, nos resultará muy difícil no usar el amor en lugar del odio, no usar la valentía por conocer en lugar del miedo que nos invita a seguir cómodamente desconociendo.
Y por eso me encanta leeros, ya que contemplo como miráis directamente al corazón de todos los seres humanos que os encontráis y no dejáis que vuestras miradas sean distorsionadas por banderas ni por esos prejuicios que los comentarios malintencionados de otros introducen en nuestro interior.
Me encanta contemplar vuestras ganas de aprender. Me anima muchísimo.
Y muchísimas felicidades por vuestras fotos y vuestras poesías. Me gustan mucho, cada vez más.
Tengo ganas de veros y de seguir leyéndoos.
Os quiero
Jandro
Cristiiiiiii y Juanluuuu!!! Os felicitó por tan maravilloso Blog, por tan increíble experiencia y por tanta generosidad de habernos hechos participe una vez mas de vuestra aventura por Oriente Medio..!!! Vaya aventura!!!Vayas fotografías y por supuesto vaya con las poesiassss!!!! MARAVILLOSASSSSSSSSS!!!!! . Se os ve muy muy guapos y Cristi tu pelo largo me encantaaa!! Sales wapisimaaaaaaa!! Júanlu igual de guapo todo un Robinson Crusoe!!! Se nota que estáis lleno de energía positiva y de mucha alegría!! Alegría que me entra al pensar que me quedan tan solo unos pocos de días nada más para veros Os quiero muchisimoooooooo y estoy deseando ya por fin abrazarossssssss ¡!!!! Mil besos para mis aventureros del almaaa ¡!!
ResponderEliminar"Hegab" not "Begah" :)
ResponderEliminarHola Massaleros, no me conocéis de nada pero yo me he enganchado inevitablente a vuestro blog. Lo conocí a través de la web "mujeres viajeras" y he de daros mi más sincera enhorabuena. Todo lo que leo me gusta por su frescura y emotividad. Además de aportar una gran información sobre los distinto lugares por los que pisáis me hacéis soñar con viajar.
ResponderEliminarEnhorabuena por vuestro blog!
queridos massaleros, aqui esta vuestro amigo ruben.
ResponderEliminarveo que se acerca vuestra itaca, volver debe ser una sensacion tan emocionante como muchas de las del viaje.
yo ahora estoy en korea decansando despues de caminar 1200 km en japon, despues de aqui tambien llegara mi ultima aventura por ahora, el asalto a la ciudad de pekin donde planeo estar un mes y medio. despues de eso volverea europa y para el mes de marzo ya creo que estare en casa.
y de las primeras cosas que pienso hacer es haceros una visitita a la felguera . asi que bueno, buena vuelta a casa , ya me contareis si el mundo se ve igual a la vuelta que a la salida.
besos
Hola Maquinotes!!
ResponderEliminarQué tal esos ánimos? cómo se afrontan los últimos días del viaje? seguro que hay una parte en vosotros que está deseando volver a casita... jeje. Vivid despacio estos últimos días, que cuando acabe el viaje empezará el sueño de su recuerdo.
Un besote mu fuerte y... nos vemos en nada!!!
Kikote.