sábado, 22 de agosto de 2009

Mariposas sobre el Mekong y sobre aguas azul turquesa

Muy complicado va a ser el poder transmitir todo lo visto, vivido y sentido en estos maravillosos e intensos días. La sincronía entre el equipo massalero y aquellos que se han ido uniendo ha sido total, y no ha hecho más que llenarlo todo de buenos e inolvidables momentos. Las risas han sido nuestra medicina diaria y la verdad es que nos ha sentado de maravilla. Muchas cosas han pasado estos días y espero no dejarme ninguna, y a su vez no extenderme en exceso salvo en aquellos detalles que realmente merezcan la pena. Y es que no paramos de decir que todo esto está resultando como unas “vacaciones” dentro de lo que es el viaje. La forma de viajar y la velocidad con la que lo hacemos ha cambiado pero no con ello la energía con la que lo vivimos.


Tras esa impresionante bajada por el Mekong llegamos a Luang Prabang, ciudad mítica donde las haya por su cantidad de templos y el enorme número de monjes que en ella habitan. Con un mercado nocturno que hace las delicias de todos, ya que lejos de imitaciones se tratan de productos artesanales preciosos. Y rodeados de selva muchas cascadas que junto a sus piscinas naturales te hacen pensar que puedes estar en medio de un cuento de hadas y elfos. El color azul turquesa del agua no te saca del asombro de tan bello lugar.


Empezamos a notar el famoso monzón. Sus fuertes lluvias te sorprenden en cualquier momento, o en otras ocasiones te quedas esperándolo durante largo rato, pues las nubes te lo anuncian a gritos con sus colores grises y azules, pero al final nunca llega a caer ni una gota. Así que nunca sabes que es lo que va a pasar, hasta que salta algo de viento y te dices aquí viene…sálvese quien pueda… a refugio con las mochilas y a rezar para que no se moje lo importante.


Selva laosiana
Descontrol de los sentidos,
relajación de la mente,
y su cuerpo y sus sonidos
percibidos constantemente.

Calor en los latidos
emitidos intensamente,
la sangre fluye como ríos
desbocados locamente.

Fusión de respigos
sobre la piel a la suerte,
los motores encendidos,
el despertar de la selva presente.



De aquí a Vang Vieng siguiendo la ruta sur. Este se está convirtiendo en una trayecto casi igual al que hace tres años ya recorrí con Amagoia, lo cual trae memorables momentos a mi mente. Uno de los afluentes del Mekong pasa por estas tierras rodeadas de montañas calcáreas en forma de grandes trozos de pan de la que salen frondosos árboles y trozos de selva. Es impresionante ver como de una inerte roca puede salir tanta vida, no será tan inerte, no?




Una de las cosas más conocidas en este lugar, y una de las razones para venir hasta aquí, era por hacer el famoso Tubing. Esto consiste en alquilarte unas cámaras de neumáticos de camión, te llevan a un punto del río y ahí te sueltan corriente abajo. En el camino pequeños chiringuitos montados a la vera del río donde te pescan literalmente (lanzan cuerdas con botellas en la punta para poder ir hacia la gente) y te ofrecen la posibilidad de hacer tirolinas, o trapecios a mas de 15 metros de altura, toboganes gigantes o simplemente saltos. En realidad se trata de un lugar para hacer el cafre, y lo hicimos, con cuidado, pero lo dimos todo. Gritos de guerra como “massalerooos!!” retumbaban con el eco por las laderas del lugar. Es imposible el poder transmitiros cómo es este parque de atracciones montado en medio de la selva, pero os garantizo que os encantaría. Y la pena es que resulta imposible llevarse una cámara con lo que tampoco lo podemos plasmar con fotos, tan solo del principio y del final, pero no de los saltos…no se puede con todo.




Con nuestros cuerpos doloridos por el tremendo esfuerzo realizado, e imposibilitados a poder deambular por la zona debido al continuo caer de ese monzón que se está convirtiendo en otro fiel compañero de viaje, fuimos rumbo hacia Vientian, capital de Laos, para salir de nuevo a Bangkok. Se acaba nuestra corta pero intensa aventura en Laos, dejándonos con ganas de mucho más, de deambular por sus pequeñas y lindas comunidades y de comunicarnos con ellos con el lenguaje universal de las señas, de disfrutar de sus templos y perdernos en sus selvas. Laos sigue quedando pendiente para estos viajeros. Volvemos de nuevo al cambio de moneda y al cambio de saludo de “Cop chai lalali” en Laos para a ser “Korp kun kâ, si eres chica y korp kun kràp, si eres chico” en Thailandia al querer decir gracias. Y como regalo se nos ha unido Roberto, el madrileño que conocimos en Tokio, con el que coincidimos en Vang Vieng, que va a seguir con nosotros rumbo hacia las playas. Y es que los massaleros no se pueden esperar más, el tiempo se acaba y hay que encontrar la playa perfecta.




Nuestro destino Koh Phi Phi, y para llegar allí casi dos días de viaje en diferentes tipos de transporte, llegamos a montar en 6 autobuses diferentes y un barco. Toda una locura. Y a nuestra llegada al muelle de Koh Phi Phi Don, de nuevo llega ese viento que advierte que algo está a punto de suceder. Los truenos y los relámpagos te hacían ver que estabas en el fin del mundo, y refugiados en un pequeño tejado del puertecito de la isla no podías ver a más de 10 metros de ti por la densidad del agua que caía. Apiñados, con las maletas cargadas y los chubasqueros puestos esperando que escampara un poco para poder ir en busca de una cama, tras dos días sin poner el cuerpo en una.


La primera vuelta por la isla, ya de noche, nos llevó a conocer los atajos entre ese enjambre de pequeñas calles atestadas de todo tipo de comercios para comer, tatuajes (no nos hicimos ninguno más) con bambú, masajes, tiendas, artesanías, pintores, bares y restaurantes. Todo esto se encuentra en una fina lengua que une dos montañas de piedra caliza. A ambos lados de la lengua hay una bahía en la que encuentras bares con impresionante ambiente. Cariocas y palos de fuego bailados como jamás creíste poder ver nunca. Con movimientos únicos y jamás vistos hasta ahora. Ver a los locales bailando los malabares te deja con la boca abierta. Es increíble el dominio que tienen y como inventan nuevos movimientos que te hacen querer retarte aún más si es posible. De ahí pasamos a la comba de fuego, en la que todo el que lo deseara podía saltar a su través, el aro también y el limbo también de fuego. Divertidísimo, para nosotros, desde luego, y pese al enorme cansancio, el equipo massalero lo dio todo, participando en cada uno de los espectáculos.



Aquí no existen las carreteras, y para poder visitar algún punto, o simplemente moverte, tienes que ir en barca. Las barcas, llamadas de popa larga, siempre van adornadas en la punta de la proa (la parte delantera) con ofrendas de lazos o flores de colores. Resultan preciosos esos tonos junto con el turquesa del agua. Una agua que en cuanto la tocabas te salía una sonrisa, estaba calentita, justo en el punto para poder tirarte horas buceando y ni enterarte. La cara de todos era una alegría al presenciar tremendo paisaje. Playas e islas de quitar el aliento, y arrecifes de coral con una enorme vida dentro. Hicimos snorquel en diferentes puntos, incluso dimos fruta de comer de nuestras manos a los peces. Había veces que en vez de morder la fruta nos mordían las manos, haciendo lo que podría ser tanto una limpieza como un masaje corporal.


Paramos a comer a una preciosa playa en la que tan sólo estábamos nosotros en ella, con la marea baja y esas nubes amenazantes de lluvia en tonos grises azulados que tanta fuerza le daban al momento.



Cansados pero supercontentos cenamos una pizza (que ya hacía mucho tiempo que no la comíamos) y nos fuimos a descansar. El último día lo quisimos aprovechar para ir a la famosa isla de la película de la PLAYA. Esta maravilla está ubicada en una pequeña isla, llamada Koh Phi Phi Lay, junto a donde estábamos. Es un parque natural y es el verdadero atractivo turístico de la zona. Y así lo vimos atestado de gente, y la verdad es que bastante sucio en cuanto a plásticos y eso (nosotros contribuimos en nuestra parte buceando y recogiendo todos los plásticos que encontráramos en el camino). Pese a ello es impresionante e indescriptible. Totalmente rodeados de piedra caliza altísima sobre la que cuelgan todo tipo de vegetación, con una arena finísima de un blanco que deslumbraba (incluso dicen que puedes limpiar la plata con esta arena). Ha sido en ella donde hemos querido hacernos una foto de “Fuerzas Especiales” a petición del massalero Colorines, con todo nuestro cariño en memoria de esos espectaculares momentos que compartimos juntos en suramérica. Pese a su belleza podemos decir que por esos pequeños detalles no podemos considerarla la playa perfecta, por lo que tendremos que seguir buscándola, y a ello vamos.

La verdad es siempre contamos los momentos tan maravillosos e increíbles que vivimos, y es que estas son las sensaciones más maravillosas que tenemos, pero para llegar a ellas, o entre tanto y tanto no paran de ocurrir cientos de cosas, que no siendo las protagonistas, están ahí. Más de 30 horas de autobuses, picaduras de mosquitos y gengenes, estreñimientos, calor mucho calor, sudor muchísimo sudor, cuartos compartidos, pequeños hurtos, heridas de corales, picaduras de araña, reacciones alérgicas. Todo un sinfín de pequeños detalles que nunca enturbiaran ni por un poco lo grandísimo de todo lo vivido.


Buscando la playa perfecta. (De las Phi Phi a Tonsai)

Buscando la playa del sueño,
de los sueños de cada uno,
la arena se transforma en el cuerpo
de la diosa del sol al desnudo.

El color de las aguas te lleva
del azul más claro al más oscuro,
en “popa larga”, entre islas que encierran
maravillas tras sus muros,

de paredes verticales de cuentos
abiertos volando por el mundo,
entre leyendas y misterios
de las playas de los sueños más profundos.




Han sido muchos los momentos y muy intensos y de nuevo volvemos a salir en este caso rumbo a la mágica playa de Tonsai, ya en la costa continental. El equipo massalero se hace cada vez más grande ya que somos un grupo de 8 españoles lo que nos vamos rumbo a esta playa (Juanma y Jordi, los catalanes con los que estuvimos en Chiang Mai, Gema una española que conocimos de camino a Koh Phi Phi, Roberto y nosotros cuatro). Rodeada por montañas vertiginosas, cargadas de vegetación, donde la gente practica escalada, está incomunicada por carretera, para llegar aquí tan sólo podemos hacerlo en barco, pero afortunadamente al estar baja la marea pudimos llegar por medio de los arrecifes que salen a la luz a esta hora de día, entre las playas de Relay (donde nos dejó el barco) y Tonsai. De esta playa nos ha hablado mucha gente a lo largo el camino y no era para menos.



Para disfrutar de los alrededores nos alquilamos un Kayak y pudimos llegar a una playa preciosa en la que se encuentra una gruta llamada la cueva de la princesa. Cuenta la leyenda que una princesa india murió en estas aguas y su espíritu vive en esta gruta. Las ofrendas entregadas consisten en estatuas fálicas. Sí, estatuas de madera, de más de un metro de alto algunas, representando un falo perfecto. Creo que esto no necesita más comentarios. Cuando lo vimos no nos lo creíamos. Baños, saltos y remadas de locura nos deleitaron durante el día para llegar con la marea baja de nuevo (con el kayac sufrimos para alcanzar la orilla ya que las rocas dejaban señas en los pies al pisarlas, y es que es su territorio y nosotros unos intrusos allí) a nuestra maravillosa morada. Por la noche la vía láctea alumbraba la playa dando al lugar un toque más mágico aún si se puede. Estando allí tirados, relajados hablando, te das cuenta de que ese momento vas a recordarlo el resto de tu vida.


Han pasado muy rápido estos días que nos han llenado de alegría. Compartir con Kike y con Mude (ay mi mude que buenos momentos he pasado a tu lado) ha sido muy pero que muy especial. El inglés de mude nos ha dejado a todos sorprendidos por su evolución…pero seguimos adorando su frase preferida…”This is Wonderful”, y así nos hemos quedado nosotros maravillados y entristecidos por la despedida por un lado y emocionados por que salimos en unas horas rumbo a Vietnan donde nos encontraremos con la siguiente tropa de massaleros Ama y Jóse, a los que por supuesto también estamos deseando ver, abrazar y sentir. Pero esto chicos ya será parte de una nueva historia.



Cris, Almu, Kike y Juanlu
Massaleros Vuelta al Mundo

6 comentarios:

  1. Mis muy queridos Massaleros, que maravillosa aventura la vivida en Laos y sus alrededores en busca de esa playa perfecta.
    Tus palabras me han emovionado como nunca, por unos momentos me he trasladado a vuestro lado y he llegado a sentir, ver, oir y no se que más sentimientos me habéis transmitido, pero sobretodo me quedo con esas palabras llenas de tanto amor y cariño con las que te despides, por el momento de esos Massaleros, allá quedan los ratillos malos: cansancio, sudor, picaduras... pero no hay felicidad sin sufrimiento, no hay día sin noche. Me gusta quedarme con ese gran sabor que me habéis dejado...fotos(preciosas),poesías(bien encajadas)y comentarios(sublimes).
    Cuidaros mucho, nosotros lo hacemos.Os quiero con toda mi alma.

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  2. Buenos días Massaleros!!!!!!!!
    Precioso relato este de Laos y de la búsqueda de la playa perfecta. Y repito una vez más que que felices se os ve a todos.
    La foto de las fuerzas especiales está chulísima!!!!
    Y como dices Cris que pena que ya se os vayan el Kike y la Mude, pero ya os llegan los refuerzos. El viernes estuve hablando con Amagoia el día antes de su partida en vuestra busca y está muy ilusionada y atacá!!!!!!!!!! ... porque llegue el momento de estar al otro lado de la pantalla por mi primera vez.
    Sobredosis de Massaleros!!!!!!!
    Cuidaros mucho y seguir disfrutando y haciendonos disfrutar.
    Que ganas de estar al otro lado de la pantalla!!!!!!
    Os quiero
    Jandro

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  3. Queridos massa...´massssaventureros.
    Y es que que lo que eh eh y no más .... no se me puede tener tantas horas de autobus, estoy "reventá"
    Pero chicos veo esas fotos y que fotos, se me ocurren muchas preguntas,la 1ª como ha sido el montaje? las hay bonitas de verdad,en esa playa con baja mar y ese sicronismo de las Lucas.... el del bañador rojo tirandose de la cascada,¿era massalero? donde encontró el punto de apoyo? y cuanto tiempo para la de la cascada con Juan en el montículo, no no, una no solo lee,una se recrea y divaga.....y aveces no me salen las cuentas, agotaíta me teneis.
    Lo reconfortante es ver vuestras caras, que no trasmitís más que feficidad y eso chicos no tiene precio y hablando de precios...otro deseo.
    "Te deseo además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico
    Y que por lo menos una vez al año pongas algo de ese dinero frente a tí y digas "Esto es mio"
    Sólo para que quede claro quién es el dueño de quién."
    Besos

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  4. Para todo el que le ineterse...el que se tira de cabeza es una massalero de fuerza mayor...KIKE!!!

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  5. Ey Clemen!! si, ese soy yo!! no nos conocemos, pero soy el novio de Almu, y aqui estamos los dos, llenandonos de recuerdos ya pasados... pero todavia en Bangkok.

    Comentar que lo hemos pasado genial, que el viaje ha sido perfecto, que ha sido una experiencia fabulosa, y que lo mejor......... ha sido la companyia!!

    Un abrazo a todos!!!!

    Kike y Almu.

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  6. hola chicos, me robe la letra de una cancion que me gusta para expresar lo que siento.

    gracias, Pepe, por llevarme a bailar...
    " Tú cabalgabas y yo iba a la grupa en las largas tardes, junto a la estufa del viejo café.
    Con las alas de tus cartas, José, atravesé todos los cielos de América, contigo ¡amigo...

    gracias por llevarme a pasear!!!! BESOSOSOSOSOS

    PAU

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